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Todo iba de maravilla esos días, Kaito siempre tenía algún detalle con Aoko. Mejor avance entre ellos no podía haber, hasta que llegó el miércoles.

Al fin se declararía. Sus clases de cocina habían dado frutos, se sentía capaz de hacerlo bien, quería que esa noche fuera especial para los dos.

Habló con Aoko diciéndole que ese día no se irían juntos ya que debía hacer ciertos "asuntos" después de la escuela. Entendió pues que ese día regresaría sola a casa.

Antes de irse a su casa pasó al centro comercial a comprar lo que necesitaría para preparar todo.

Se sentía aliviado al saber que estaba solo, pues su madre en esos momentos se encontraba en París, le había dicho que ese mismo día partiría .

Se dirigió a la cocina para poner en la mesa lo que había comprado, hasta que vio una nota sobre ella, pensó que a lo mejor su madre la puso ahí antes de irse, curioso se acercó para verlo.

"Me haré el propósito de llevarmela lejos de ti, sí, de la manera en que la tratas ¿Qué más puedo hacer?"

Enojado rompió el papel y lo arrojó a la basura. Nada podía echar a perder su ánimo para que todo saliera bien.

¡Acaso el pomposo no lo veía! era atento con Aoko ¡Hasta sus compañeros se daban cuenta! Pero ¿y si se refería al dejarla sola hoy? Respiró profundamente alejando aquel pensamiento.

•••
— Hola Aoko.

— Hakuba ¿Qué haces aquí? digo todos ya se fueron...

— En realidad te esperaba a ti.

Aquella situación se había vuelto, como decirlo... Uhm, extraña y no sabía cómo cambiar el ambiente.

— Tal vez podamos salir en la tarde o en la noche ¿Qué dices?  —mostró una cálida sonrisa, estaba seguro que no lo rechazaría.

No sé equivocó, Aoko aceptó aquella "salida" para la noche, irían a ver una película, después de todo no tenía nada importante que hacer o al menos no recordaba alguna. Así que se dirigió a su hogar para hacer los deberes y salir con Hakuba después, por suerte no tenían ninguna tarea, solo limpiaria un poco.

Al entrar a su casa algo llamó su atención, sobre la mesita de la sala reposaba una rosa azul con un sobre. La tomó, dentro del sobre estaba otra nota.

"Se esté secreto desde hace tiempo.
Nadie lo sabe, solamente nosotros dos"

Se asustó por un momento, alguien había entrado a su casa, pero luego pensó que a lo mejor su padre al verlo en el buzón lo puso ahí pensando que sería de Kaito.

La hora que había acordado con su amigo se acercaba. Portaba un vestido corto rosa suave con un poco de mangas y cuello redondo, junto a unas sandalias cafés, se veía hermosa con aquel atuendo. Pero faltaba algo que se olvidó colocarse pues tocaban el timbre, de seguro sería el detective.

Se sorprendió al verlo de esa forma, vestido así parecía un chico común y corriente, con aquella camisa y short a la rodilla, el británico se percató de ello y decidió hablar.

— No quería salir con algo elegante, para no incomodar —sonrió—. Te ves muy bonita.

— G-gracias, tú también te ves muy bien —se sonrrojó, para evitar que la viera volteó su rostro a un lado—. Creo que debemos irnos.

— Por supuesto. —la tomó de la mano para encaminarse al cine.

•••
Por otro lado Kaito lo tenía casi todo listo solo faltaba el postre, estaba satisfecho con lo que hizo, también había montado un hermoso escenario en su patio trasero, quería sorprenderla.

You're Going To Lose That GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora