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— ¡Eres un estúpido. Te odio! ¡Vete de mi casa no te quiero ver! —gritaba la chica encolerizada.

Como sé atrevía a pensar sobre ella de esa forma. El joven mago al igual de molesto que ella, habló sin pensar.

— ¡Es lo que me pasa por preocuparme por personas inmaduras como tú! ¡Si no me quieres ver ya no me veras! —salió de ahí dando un portazo.

Tocó su mejilla, en donde su amiga lo había abofeteado, trató de calmarse en lo que regresaba a su casa, necesitaría "desquitarse" con algo después. Al llegar y ver lo que había hecho para esa noche lo llenó más de furia, lo quería tirar todo a la basura...

"Kaito, hijo nunca debes dejar que las emociones negativas embarguen tu corazón, por más duro y doloroso que sea él momento, siempre debes pensar con la cabeza fría, de lo contrario aquel problema jamás lo resolverás ¿Lo entiendes?"

Recordó las palabras de su padre, las cuales lo tranquilizaron un poco, fue por un vaso de agua. Le pediría a Jii que recogiera y llevará la comida a algún lugar en donde lo necesitaran. 

Debía dormir, era tarde pero no podía conciliar el sueño, lo que había sucedido horas antes no lo dejaba.

~•~

Pronto serían las 11:00 PM,  Aoko aún no llegaba, pasaron por su mente cosas para nada  bonitas que le pudieron ocurrir, estaba decidido; saldría a buscarla, de repente escuchó su risa afuera, estaba con alguien, era el pomposo, aquello le molestó.

La chica de buen humor entró a su casa, sin esperarse lo que viviría después, estaban las luces de la sala encendidas, de seguro sería su padre que la esperaba despierto, rogaba porque no la regañara. No era él, sino su amigo el que estaba sentado en el sofá.

La miró, se veía radiante y muy hermosa ante  sus ojos, todo era perfecto con aquella sonrisa tan linda, se embobó, pronto aquel trance se rompió al percatarse de algo; no llevaba el collar que le había regalado, el que se supone nunca se quitaría, la realidad lo golpeó, ella no estaba vestida así para él, esa sonrisa y felicidad no eran para su persona, el collar no lo llevaba porque no era importante para ella.

Que ideas más erróneas.

— Kaito ¿Qué haces aquí? Es tarde, deberías estar durmiendo...

— Lo mismo te digo que haces fuera de tu casa a estas horas, me tenías preocupado, llevó horas esperándote, pensé mil y una cosas que te pudieron pasar... —no terminó pues lo interrumpió.

— No es para tanto, no... —tampoco la dejo terminar, estaba a punto de explotar.

— ¡Oh  Claro, no es para tanto! ¡¿Sabes lo preocupado que estaría tu padre?! ¡¿Lo preocupado que estaba?! ¡No, no lo sabes porque la señorita se dignó a salir y volver tarde, sin importarle nada, ya que solo quería ir a divertirse!

— ¡Cállate! ¡No sabes lo que dices! ¡Además no estaba sola!

— ¡¡No, no estabas sola, saliste con el Pomposo a quién sabe dónde a hacer quién sabe que cosa!! —justo al terminar sintió arder su mejilla, los ojos de Aoko lo veían furiosa y con lágrimas.

— No vuelvas a pensar algo así de mí, no tienes ningún derecho para hacerlo ¡No eres mi padre, ni mi hermano, mucho menos  mi novio, para que me reclames algo como eso! ¡Eres un estúpido. Te odio! ¡Vete de mi casa no te quiero ver!

— ¡Es lo que me pasa por preocuparme por personas inmaduras como tú! ¡Si no me quieres ver ya no me veras!

~•~

Le dolía lo que le había dicho. No era nadie para reclamarle nada y sobre todo aquello "ni mi novio". ¡Maldición! Eso le molestaba más, sin darse cuenta lloró, lloró por la idea de perderla dejando de ser lo que alguna vez fueron...

•••

Aoko estaba igual o incluso peor que él, que pensara de ella así. Había sido un golpe muy bajo de parte del mago decir aquello. Trataba de calmarse pero no podía, si tan solo hubiera dejado una nota...

Apretaba junto a su pecho la cadena que le regaló, recordando el momento.

~•~

— Debes prepararte ya que una noche de estas te daré una gran sorpresa que te encantará, ya lo verás.

~•~

Cómo pudo olvidar aquello, estaba más que segura que una de las razones por la cuál se molestó Kaito era eso, que la buscará esa noche y no estuviera en casa, que la viera llegar con Hakuba. La había observado detenidamente de una forma dulce la cual cambio de repente por una molesta...

Todo era un mal entendido.

Ambos querían disculparse por lo sucedido. Se los impedía el miedo a no ser escuchados y perdonados, peor aún;  pensar que se odiaban, cosa que los haría retroceder.

•••

Los días pasaban y ellos no se hablaban, poco a poco se fueron alejando, ya no regresaban juntos a casa, no comía con ella y su padre,  ahora ya no eran vecinos de clases pues "la profesora" lo cambio de lugar, le dolía ver como las chicas se le acercaban y él les regalaba una sonrisa, bromeando con ellas y haciéndoles trucos de magia, cuando la veía sus ojos no mostraban nada, claro ahora ya no era importante para él, eso sólo hacía que su corazón se estrujara más.

Sus compañeros sabían que algo debió ocurrir pues el ambiente era demasiado raro entre ellos. La sorpresa los invadió cuando la profesora los dejó hacer un trabajo en parejas y no los asignó a ambos, todos sabían que Kaito se la pasaba jugando  y que Aoko era la única que hacía que tomara enserio los proyectos. A él le habían puesto de pareja con Keiko y para su desgracia Aoko realizaría el trabajo con Hakuba.




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Se los dije, apenas venía la escena dramática xd
¿Qué le pareció? ¿Les gustó? ¿Exageré?

Quiero leer sus opiniones :D

You're Going To Lose That GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora