Capítulo 5

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La profesora de mates estaba hablando como papagayo cuando su mirada se desvío a la entrada del salón. Ahí estaba él padre de Dariana esperando por ella.
— Por favor sigan con los ejercicios. En seguida regreso.
— Dari es tu padre — Dijo Fabiola dándole en la mochila. Ella desvío su mirada hacia ellos.
— ¿ Que haces aquí? Tu hija está en mi salón. ¿ quieres que nos descubra?
— Disimula Katia. Que crea que hablamos de sus calificaciones — ella negó— Le voy a pedir él divorcio a mi mujer. No puedo seguir a su lado mintiendo.
— Este no es lugar para hablar de ese tema. Nos vemos en él hotel de siempre.
— Esta bien. A las 8.
— Ok— se incorporó nuevamente a la clase— Disculpen la demora chicos. La información que quería darles es que la semana que viene hay una excursión al Lago Mon— todos gritaron alegres — Se les pide la autorización de sus padres.
— ¿ Y hay que ir con un adulto?
— Claro Fabiola. Son menores de edad aún. Siento decepcionarle — Todos en él salón se burlaron de ella.

A la hora del receso. Dariana decidió acercarse al chico con él cual había tenido una disputa la otra noche por culpa de su hambre voraz.
— ¿ No sabía que venías a mi salón?
— No soy visible para tus ojos.
— Perdón?
— Si para ti y tus amigos yo no existo.
— Mmmh hay muchos que no conozco. Estamos a inicio de año. ¿ Me llamo Dariana?— se presentó extendiéndole la mano.
— Yo soy Juan Carlos— sonrió tomándole la mano— Por cierto cantas muy bien.
—¿ Estabas en él teatro?
— Yo también estuve en las. audiciones.
— Juan vámonos— sus amigos lo llamaron.
— Fue un placer hablar contigo y no tirarnos cosas— Dariana sonrió sonrojándose.

Las chicas fueron a la casa abandonada para llevar a cabo su pacto.
— Que sea rápido tengo hambre — dijo Fabiola tocando su estómago.
— Será rápido. Solo tenemos que prometernos cosas y lo ponemos en este tazón y lo quemamos. ¿ Quien empieza?
— Pues yo prometo jamas dejar de ser su amiga aun cuando conozca a chicas — Dijo Cristal echando él papel.
— Yo prometo no engañarlas nunca— dijo Dariana.
— Yo prometo no quitarle él novio a mis amigas— dijo Fabiola y todas sonrieron.
— Pues yo prometo quererlas siempre porque juntas somos una— estiraron sus manos para sellar las promesas.

El pactoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora