— ¿ Entonces sabias desde el primer momento quien yo era?— Preguntó mostrando su voz de enojada e indignada.
— Si lo sabía. Pero te juro que no planee nada para molestarte. Simplemente no me dejaste otra opción— Desvío la mirada de ella. No tenía valor para mirarla directamente a los ojos.
— Tranquilo. De todos modos me merecía que me llenaras de batido— Sus miradas se cruzaron nuevamente.Erin estaba esperando en el parque la llegada de su amigo. Al parecer todas habían decidido ponerse de acuerdo y faltar al colegio. Fabiola estaba en los tramites de su pasaporte y Cristal bueno quien sabe donde estaría ella. Es demasiado impredecible.
— ¿ Me demoré mucho?— Preguntó el chico acercándose a Erin.
— No. Llegué ahora mismo— sonrió sonrojándose.
—¿ No me darás un abrazo?— extendió sus brazos.
— Me da tanto gusto verte— Dijo abrazándolo.
— A mi también — Sonrió cínicamente— La última vez que nos vimos no pude llevarte a ese lugar especial. ¿ Recuerdas?— Le puso una mano en la cintura.
— Si. Y lo siento por eso. Por culpa de mi madre se jodió todo— musitó apenada.
— ¿ Te puedo llevar ahora? te va a encantar.
— Si vamos — asintió. Lo que menos Erin sabia era que esa sorpresa acabaría con su felicidad.
— Deja mandar un mensaje— Se apartó de ella.
Voy en camino. Prepara la plata.
— Ahora si.Mientras en casa de Fabiola.
— No puedo creer aun que nos mudaremos a Canadá— Comentó mientras preparan la maleta ella y su madre.
— Hace tiempo que tu hermano quería llevarnos. Pero pensaba que no querías alejarte de las chicas.
— Las voy a extrañar mucho mamá. Pero podré venir de vez en cuando. ¿no?
— Claro Fabiola — la abrazó — Termina con las tuyas el taxi llega en un hora. ¿ Seguro que te quieres ir sin despedirte?
Fabiola sintió una opresión en su pecho.
— Es mejor así mamá.
Una hora después.
— No puedo creer que se haya pasado el pacto por el forro— Dijo Cristal indignada.
— Se fue sin despedirse. Y encima no fue capaz de aferrarse un poco a nosotras— Se quejó Dariana.
— Eso es lo que nos quería.—¿A donde me has traído Migue?— Preguntó Erin mirando a su alrededor.
—¿ Que te parece la idea de ser la mujer de un narco?— Erin nunca fue chica de pobreza. Su ropa era la mas cara, sus pulseras incluso tenia relojes de toda marca. A pesar de no ser ambiciosa, temía por su condición social en un futuro.
—¿ Es peligroso?
— Claro que lo es amor mio. Pero el que no arriesga no gana. ¿ Que dices? Eso si. Si me eliges olvidate de tus amigas. Erin lo miró. Elige bien princesa. Si él chico la eligio fue porque en el fondo era como el.
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El pacto
Teen FictionCristal, Dariana, Erin y Fabiola son amigas desde muy pequeñas, tenían los mismo gustos y Aficiones juntas por siempre era su lema. Erin la de las grandes ideas decide reunir a sus amigas para hacer un pacto. Él pacto que las mantendría unidas por s...