Ash
Desde el momento que nací todos a mi alrededor mis padres, tíos y hasta mi hermano creyeron que al crecer me convertiría en omega por mi apariencia delicada, pero se llevaron una gran sorpresa al descubrir que era un Alfa.
En la secundaria donde asistía nunca faltaba el típico alfa deportista que trata de cortejarme, me repugnaba todos los alfas, hubiera preferido ser un beta ellos no se vuelven locos como los alfas cada vez que un omega está en celo.
Odiaba esa parte de mi, odiaba que mi cuerpo respondieran a los omegas en celo, ni siquiera los conocía y mi cuerpo se excitaba por su olor.
Ser un alfa lo había considerado como una maldición, pero ese pensamiento cambió cuando conocí a Eiji.
Eiji Okumura un omega de 20 años que se acababa de cambiar a la casa de alado, desde el momento que su aroma llegó a mi fue que quedé atrapado a su ser.
Su olor era delicioso, era una combinación de fragancias florales con miel.
Su voz fue encantadora, con ese tono angelical que tuvo al presentarse ante mi madre como el nuevo vecino.
- Hola soy Okumura Eiji y me acabo de mudar alado.
- Oh, Hola yo soy Bárbara Callenreese- ese que está ahí- me apunto - es mi hijo Aslan.
- Pensé que era su hermano, de lo joven que se ve Señora Callenreese.
- Oh pero que dije- se sonroja- pase y tomemos té, para conocernos bien.
- Por mi no hay ningún problema.
- Ash hazle compañía mientras preparo el té.
- Bien.
Desaparece por la cocina, me siento en la parte más alejada de el ya que su oler me estaba volviendo loco.
- Así que ¡Ash cierto!- asiento- eres un alfa.
Me que sorprendido ya que la mayoría de las personas que me conocen por primera vez siempre dicen que soy omega, y no los culpo como alfa no tengo mucha presencia pero si es incómodo que de una vez digan omega podrían decir beta pero no, él había afirmado mi segundo género a la primera.
- Si soy un alfa y tú un omega- le contestó cortante
- sabes eres el primer alfa que conozco.
- ¡El primero! ¿Porqué?
- Antes de mudarme aquí vivía en Japón, aunque eso es obvio por mis rasgos supongo- sonrie- todos mis conocidos allá eran betas mis padres nunca me dejaron juntar con algún alfa, por eso tu eres el primero.
- Ya veo.
- Por cierto ¿Cuantos años tienes?.
- 15 años.
- Así que no hace mucho descubriste que eres un alfa.- asiento.
Nuestra conversación quedó hasta hay ya que mi madre había llegado con pastel y el té, tomé su entrada como mi abertura para escapar aunque no me fui en realidad ya que me había quedado en la parte de arriba concentrado el delicioso aroma de Eiji, creí que íbamos a quedar así, él como el nuevo vecino y yo como un simple muchacho con el cual no volvería a intercambiar palabra.
Pero no fue así, para mí suerte desde mi cuarto podía ver el suyo, se que el lo sabía, nunca encerraba la ventana o ponía cortinas, le encantaba estar en ropa interior mientras escuchaba música, ya me había atrapado viéndolo varias veces pero nunca había dicho nada.
La primera vez que llegó el celo de Eiji , yo estaba solo en casa mamá y papá habían salido al centro comercial, Griffin había tenido una cita con su novia, estaba en mi cuarto cuando me golpea el olor de Eiji pero intensificado, me pongo de pie de inmediato al mirar por la ventana lo veo dándose placer a sí mismo.
Verlo hacer eso y que este en celo hizo que mi velo se adelantará, estaba en mi límite hasta que me llamó desde su cuarto.
- Ash.
- Eiji.
-Ven ayúdame.
Sus simples palabras hicieron que mi lado más animal se intensificará, no se como es que pude brincar tan bien de mi cuarto hasta el de él.
Ese día saqué la parte más salvaje, lo hice mío, no conforme con solo tener sexo lo marqué como mi omega, cosa que no me arrepiento.
Estuve encerrado con el durante 3 días donde solo teníamos sexo solo descansamos para comer, cuando nuestro celo acabó tuve una fuerte reprimenda por parte de mis padres, lo peor de todo era que me habían prohibido estar cerca de Eiji por ser un aprovechador.
Según ellos Eiji me había pervertido, lo habían tachado de lo peor por solo haber estado conmigo, todos los vecinos murmuraban que siendo él hombre hecho y derecho se había acostado con un niño y todo por la culpa de mis padres.
Todos opinaban pero no Ángel nunca le prestó realmente atención a lo que decían, aunque tenia la prohibición no les obedecía, Eiji era mi pareja aunque no lo quisieran ver, yo lo había marcado me había convertido en su alfa, y el en mi omega en la futura madre de mis cachorros.
Siempre que podía me saltaba las clases o les mentía diciendo que me iba a ver con unos amigos, pero lo que hacía en realidad era ir con él.
Muchos pensaron de mí como un omega pero ahora ya no, ahora me veían como un alfa que mostraba los colmillos a cualquiera que se atreva acercar o respirar cerca de mi omega.
Soy un verdadero alfa que impone miedo a cualquiera hasta a sus propios padres y todo por el amor de su omega.Fin
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BANANA FISH SMUT WEET
RandomAqui se encontrarán con varios temas de la semana #BFSmutweet