|Capítulo 48|

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...

Errar es de humanos, perdonar también.

Las segundas oportunidades siempre llegan, la pregunta es...

¿Estará nuestro corazón, listo para aprovecharlas?

...

Jazmín se dirige a su dormitorio con la esperanza de encontrar ahí a su amiga, mientras está por llegar a la puerta, continúa cuestionándose qué tan malo ha sido comprometerse a ayudar a Ámbar y Simón, si bien la chica guarda cierto recelo hacia Simón después de tanto tiempo de que él estuviera detrás de ella, y ahora Ámbar no le simpatiza mucho que digamos, la pelirroja sabe que esto que hace es más por Sol que por cualquier persona, finalmente, lo más importante es mantener a Sharon Benson contenta, lo suficiente para que perdone a su hija el hecho de haberle ocultado un secreto tan grande durante dos años.

- ¿Qué haces aquí? – cuestiona al entrar al dormitorio y ver a Nico buscando algo en el interior de sus cajones de ropa, sabiendo muy bien qué es lo que el rubio busca.

- Vine a ver a Sol – explica mientras toma en su mano el pequeño paquete de pastillas que la pelirroja ocultaba para él – Los Valente me llamaron, dijeron que vendrían aquí –

- ¿Qué? ¿Por qué? –

- No lo sé – Nicolás niega ante su confusión – Pero me preocupa, Jazmín, ¿Y si están huyendo de Sharon? –

- Nico – la pelirroja no tarda en acercarse a él, logrando arrebatar las pastillas de manos del chico, por lo que ahora la observa con fastidio.

- ¡Las necesito! –

- ¡No! – replica con firmeza – Lo que necesitas ahora es estar por completo en tus cinco sentidos, para que puedas apoyar a Sol – ante sus palabras, Nico suspira sin saber que decir – No sabemos lo que está pasando, pero lo más importante es proteger a Sol y a Luna –

- Tú no sabes de lo que Sharon es capaz... -

- Lo sabría – interrumpe ella – Si me dejaras entrar más en tu vida – Jazmín suspira, acercándose un poco más al rubio sin que ninguno de los dos aparte la mirada – Nico, he estado a tu lado por tantos años, te he perdonado tantas cosas porque te amo, y porque sé que tú también me amas a mí, pero debes dejarme entrar, debes permitir que yo sea tu apoyo, tu amor... -

No le permite terminar, pues en su segundo, Nico ya ha tomado a Jazmín entre sus brazos, aferrándola con una fuerza que le provoca a ella perder el aliento, pero poco le importa, pues en ese gesto por fin logra darse cuenta de que los muros que Nico ha puesto entre ellos durante tantos años, por fin se han derrumbado, por fin Nicolás se encuentra listo y dispuesto a dejar que ella entre por completo en su vida y en su corazón.

- Perdóname, Jaz, perdón... - murmura el chico contra su cabello, sintiendo todo el remordimiento de años y años paseándole a una chica tras otra, prácticamente en su cara, diciéndole que lo suyo era imposible, que lo olvidara, y Jazmín estuvo ahí siempre, queriéndolo a pesar de todo, sabiendo y manteniendo la esperanza de que, pese a tanta fingida indiferencia, ellos estarían juntos, pues su amor siempre ha sido más fuerte que el orgullo de ella, o que el miedo de él.

- ¿Me quieres? – cuestiona la chica separándose tan sólo un poco, para poder mirarlo a los ojos.

- Siempre – responde Nicolás, acercándose de nuevo, esta vez para dejar un suave y dulce beso en los labios de Jazmín.

- ¡Entren rápido! – la voz de Sol provoca que ambos se separen, encontrándose con la imagen de la castaña entrando al dormitorio, empujando a Mónica y Miguel Valente para que entren antes de que alguien más los vea ahí - ¿Qué diablos hacen aquí? –

Soy RebeldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora