|Capítulo 49|

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Decisiones, decisiones...

¿Cómo ser firme al tomar una?

Más cuando sabemos, nos va a romper el corazón.

...

- Para siempre, niña, para siempre –

- Estar contigo, es como un sueño del que no quiero despertar si abro los ojos y no estás, vivir contigo, es mi deseo, es todo lo que quiero hacer, porque a tu lado puedo ser... Sólo yo mismo

El público del Red aplaude eufórico, pero el trío sobre el escenario tan sólo puede enfocar la mirada en los tres rostros que lucen tan radiantes al mirarlos, poco a poco los aplausos se van silenciando en sus mentes, al momento en que ven al castaño y a las dos chicas levantarse de su asiento, para acudir a su encuentro sobre el escenario.

Yamila no pierde un segundo para abrazar y besar a Ramiro, misma acción que hace Emilia con su amado Matteo.

En cuanto a Gastón, su mano recorre con suavidad el abdomen de Delfina, mientras ambos se miran a los ojos y sonríen, sin la necesidad de pronunciar palabra alguna.

Es en ese momento en que un sonoro estruendo se hace presente, seguido de gritos de pánico, la mirada de Delfina cae en su novio, quien no tarda en desplomarse a su lado.

...

Domingo por la noche

El sonido de la alarma que ella misma programó la saca de sus pensamientos, Delfina se sobresalta y aparta las manos de sus ojos, aún atormentada, pues no puede parar de pensar en aquel sueño que se repite cada noche, desde aquella tarde en que habló con su abuelo.

Se levanta del suelo en que se encontraba sentada, y con su temblorosa mano toma la pequeña prueba de embarazo que se realizó hace unos minutos, viendo el resultado, miles de pensamientos cruzan su mente en ese momento, los cuales detiene en un suspiro, regresa la prueba a su caja y la arroja al cesto de basura, para luego lavar sus manos y salir al encuentro con su padre.

Al abandonar el sanitario, se sorprende al ver que Santos no está solo, sino que Gastón también se encuentra ahí, la pelinegra observa el pecho de su novio subir y bajar, no le sorprende pensar que Gastón debió haber acudido a toda prisa, siendo llamado por Santos, claro, finalmente, se encuentran en el departamento de su padre.

- Es asunto de los dos – aclara Santos al observar el desconcertado rostro de su hija – Lo siento, Delfi, tenía que llamarlo –

- Delfi... - pronuncia Gastón acercándose a ella.

- Negativo – suspira Delfina deteniendo los pasos de Gastón – La prueba dio negativo... no estoy embarazada –

Un suspiro de alivio se escucha por parte de Santos, mientras Delfina corre a refugiarse en la habitación que su padre le ofreció para quedarse en el departamento, lo cual desconcierta de inmediato a Gastón, quien no duda en seguirla, deteniéndose de golpe al momento en que ella le cierra la puerta en la cara.

- Yo los dejo solos – pronuncia Santos – Tienen mucho de qué hablar –

Gastón asiente y lo observa salir del departamento, por lo que con un suspiro golpea un par de veces la puerta de la habitación, la pelinegra se resigna a salir, a sabiendas de que él no va a marcharse hasta que logre hablar con ella.

- Delfi, está todo bien – Gastón habla de manera apresurada, sin perder un segundo para tomar sus manos y acercarla a él – Sé que tal vez una parte de ti se había ilusionado, y no mentiré al decir que yo no lo hice, pero no era tiempo, aún tenemos mucho por vivir... juntos –

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