Ya estaba en España con mi padre y mi nueva familia conviviendo, pero me faltaba la presencia de mamá. Me faltaba platicar mis secretos con ella, me faltaba salir en las noches a convivir con mis amigos, inclusive añoraba los momentos previos al caos de mi vida... Supongo que me faltaban tantas cosas que recordaba con mucha ilusión.
Me di cuenta de que tenía mejores recuerdos en México que en España, ya que en España había durado muy poco tiempo. Además de ser una ciudad completamente nueva para mí.
Sentía una sensación que vibraba por mi cuerpo, diciéndome que ya no era la misma, que ya nada iba a ser igual.
Margot quería invitar a sus amigos para que me subieran el ánimo, pero todo fue en vano, nada servía. Me encontraba en depresión.
Y aunque el tiempo durante la depresión pasa demasiado lento, había logrado sobrevivir mi primer fin de semana durante mi estancia en España. Ahora solo restaban algunos años más.
En fin, hoy me inscribe mi papá en mi nueva prepa, estoy tan emocionada.
Es hora de partir hacia mi inscripción...
Mi padre maneja su auto durante un largo trayecto. Observo el paisaje en silencio hasta el momento en que me dice que hemos llegado.
Mi primera impresión es que no se parece en absolutamente nada a mi antigua preparatoria. Y mi segunda impresión es que casi puedo afirmar que este nuevo instituto no es una escuela pública, sino todo lo contrario, una escuela privada, un colegio.
—¿Te gusta? Esta será, a partir de mañana, tu nuevo instituto.
—¿Pero no cuesta caro? —inquiero dudosa, no puedo permitírmelo y mi madre menos. Y realmente desconozco cuánto dinero tenga mi padre. Solo sé que no quiero abusar de su hospitalidad. —Papá, no quiero que inviertas mucho dinero en mi educación, con la pública me conformo.
—No es mucho dinero, hija. Además, yo quiero invertir en tu nueva prepa —responde demasiado tranquilo para mi gusto, como si el tema no fuese algo relevante.
—¿Pero no es muy cara? —vuelvo a insistir. —No puedo abusar de tu hospitalidad, papá, suficiente has hecho con pagarme el pasaje y permitir que venga a estudiar a este país. No quiero que gastes tanto dinero en mí.
—Aunque lo fuera, no me importa gastar el dinero en tu educación.
—¡Entonces sí es cara! —afirmo ahora sin siquiera preguntar.
—Sí, es la más cara de España, donde van los que más tienen dinero y tú eres una de ellas —explica mi padre como si fuese algo obvio y común.
—No es cierto, yo no soy rica —respondo incrédula.
En la Ciudad de México, mi madre y yo no vivíamos mal, pero tampoco es que nos permitiéramos tantos lujos. Nuestra vida era cómoda, no ostentosa y no llena de demasiado dinero. Era lo básico, pero era una vida sencilla, cómoda y feliz.
—Al vivir en mi casa y ser mi hija, sí lo eres —explica mi padre como si fuera obvio, cuando yo desconocía por completo su clase social y forma de vida.
—¿Eres rico, millonario o multimillonario? —inquiero dudosa.
—Millonario, pero tu madre prometió nunca aceptar mi dinero y además no me gusta ostentar —explica mi padre y con esto último, comprendo por qué no lo deduje en vacaciones. Quizás porque su forma de vida de no ostentar me parecía que era de clase media o que tenía una vida aquí como mi madre y yo en México.
No obstante, eso no impidió que quedara sorprendida al momento de que me dijo esto.
![](https://img.wattpad.com/cover/2015096-288-k46620.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Enamorándome de un Príncipe
Teen FictionEn medio de la fascinante atmósfera de España, Alex, una joven mexicana, se encuentra en un viaje emocional que va más allá de las fronteras geográficas. Enfrentada a las complejidades del amor y la adolescencia, Alex descubre que los corazones no e...