Rupturas y reconstrucción

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      ''El burgués ya no se deja asombrar. Lo ha visto todo. A sus ojos, la modernidad se ha vuelto tradición.''


      La aceptación de la modernidad para una clase social es la acusación sobre la mesa. La existencia de una (tradición o modernidad) significa la erradicación de la otra, ruptura, la ruptura entonces se establece como un mecanismo que posiblemente está constituido desde la modificación de las tradiciones hacia algo más novedoso, nuevo, dando por hecho que estas tradiciones modernas superan las de origen, quizás las tradiciones como las conocemos actualmente no son más que un ciclo de ruptura y reconstrucción de la identidad.

      En el arte, la modernidad está representada entonces como la tradición de la negación, al origen, una abyección total, el vacío oscuro de unas tradiciones dejadas en el pasado, ahora marginadas, aun cuando este arte representa la tradición y la cultura, se contradice en su propio discurso, traición de la tradición. Se pretende dar valor a algo que no se le había tomado en cuenta como algo ''de valor'', y eso es lo que vende la modernidad, en su propia paradoja, intenta utilizar como discurso la tradición moderna, pero esto solo significa una reconstrucción novedosa sobre lo que ya estaba establecido como tradición.

      En el pasado los primeros modernos no consideraron que la modernidad podría establecerse como un precursor para el futuro y las siguientes concepciones del arte vanguardistas, sino más bien dar valor al presente. El progreso significaba para el arte la aceptación de la decadencia, de no dejar trascendencia alguna. En el caso de la vanguardia, tomada como una subversión que supone la construcción y destrucción al mismo tiempo, es determinada como una paradoja latente de la modernidad.

      El concepto de vanguardia históricamente en el campo del arte estuvo arraigado hacia un concepto de arte utilizado para el ''progreso social'', por no decir una herramienta de manipulación política ''adelantado a su tiempo'', un instrumento de propaganda de acción inmediata como lo dice Compagnon. Hasta la llegada del realismo social que ya formaba parte de una crítica hacia el arte dirigido a un fin militante, significó un paso importante para el arte vanguardista, que no había estado a la vanguardia del arte realmente, siendo utilizado de acuerdo a las necesidades y fines de otras identidades que no representaban de manera clara una realidad social. Desde este momento el arte comenzó a ser visibilizado como político, y se establecen dos vanguardias, la estética que busca cambiar el arte y la política que busca cambiar la sociedad. En mi opinión ambas vanguardias coexisten en el arte, puesto que aun en lo más ingenuo se refleja una posición política.

      A partir del movimiento neo-impresionista el concepto que se manejaba sobre el arte moderno, ahora impresionista buscaba trascender en la historia, se aferra desesperadamente al futuro, contraponiendose con lo antes designado, ahora no quiere ser minimizado a algo meramente instantáneo y temporal, algo que significa una mezcla fatal sobre lo que era considerado arte de la academia junto con la innovación volviendo a construcción y autodestrucción.

      La purificación del arte, un nuevo concepto de finales del siglo XIX se describe como reinterpretación de la realidad, poniendo como ejemplo la poesía como un medio que ya no representaba algo meramente figurativo sino, como una representación del sentimiento, una liberación del alma, tormentas de explosión alucinadas, considerado como una representación de lo intangible. Tomando en cuenta al crítico Clement Greenberg que rechaza la explicación del arte moderno que se basa en utilizar la academia para criticar la misma academia, no para un fin de rebeldía sino como un método para reinsertarse en su mismo ámbito, la historia del arte moderno expresada como la búsqueda de la pureza absoluta o realismo superior definido como la expresión de la emoción. La tradición moderna según Cézanne estaba presente en la pintura literal y su contenido, él fue un maestro de la pintura moderna, aunque según Greenberg tenía ideas confusas sobre su propio trabajo artístico ya que a pesar de luchar contra lo plano, es reconocido por la planeidad.

      La historia del arte considerada moderna y pasando posteriormente hacia una vanguardia estética y política ha sido una tautología, repite el ciclo del eterno retorno, la construcción a partir de rupturas a lo largo del tiempo.



*Notas*

Reflexiones dadas a partir de la lectura de  La religión del futuro: Vanguardias y relatos ortodoxos. Las cinco paradojas de la modernidad.  (2010) de Antoine Compagnon.

En el encabezado: Van Gogh.

Arte, cine y café. - I. Ensayos y reseñas sobre artistas e historia del arte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora