Antes de Perderte

*3*

Jungkook cumplía 15 años. Y Taehyung estaba más que sólo emocionado.

Estos tres años a su lado habían sido los mejores de su vida, sin duda se complementaban y llenaban de alegría la vida del otro.

Tae pidió a su hermana Hyo Seon que le ayudara a escoger un obsequio para su mejor amigo.

-TaeTae, he querido preguntarte algo desde hace unos días.

-¿Qué pasa noona?- el castaño miró a su hermana un poco extrañado.

-Jungkook... ¿Te gusta?

El rostro de su menor se tiñó de rojo al instante. Soltó la pequeña cadena que sostenía entre manos y volteó su rostro en seguida. Es cierto que últimamente sentía cosas extrañas cada vez que Jungkook lo abrazaba o si alguien se acercaba a su conejito con cualquier intensión.

Y es que Jungkookie había cambiado mucho.

Al parecer la presencia de Tae en su vida lo había vuelto alguien más seguro. Su rostro se había limpiado, dejando en su lugar a un guapo joven con expresiones de ensueño, eso  y que su actitud tímida no eran más que un simple recuerdo.

-Entiendo.- su hermana sonrió de manera cálida y abrazo a su pequeño y confundido hermano.-Creo que tengo una idea.

Hyo Seon tomó un juego de anillos con grabados de pareja y se los extendió a su hermano.

-Estos son anillos de pareja, noona.

-También podrían ser anillos de mejores amigos. Creo que depende de la perspectiva, ¿No lo crees TaeTae?

Taehyung sonrió y le pidió al encargado que los envolviera. Ya sabía lo que quería hacer.

Abrazó fuerte a su hermana y susurró.

-Noona... sí yo fuera... gay... ¿Usted me dejaría de querer?

Su hermana correspondió el abrazo y beso su mejilla.

-Kim Taehyung, yo jamás dejaré de quererte. Sin importar tus gustos o si te equivocas. Y te aseguro que madre piensa lo mismo. Así que no debes tener miedo.

Los hermanos volvieron felices a su casa. Durante el camino, Taehyung se encargó de contarle a su hermana acerca de sus sentimientos, de todo lo que su mejor amigo provocaba en él. De ese sentimiento que tuvo desde la primera vez que lo vio.

Hyo Seon confirmó que efectivamente ese era un amor de lo más sincero y puro que pudiera tener un ser humano.

Le aconsejo asegurarse de que el sentimiento fuera correspondido, peor si no era así, él no debía tener miedo y alejarse, pues dejando todo de lado, ellos eran más que sólo amigos. Era... almas gemelas.

Taehyung llamó a Jungkook para encontrarse más tarde en el parque del centro. El lugar se iluminaba con luces de colores durante las noches, aprovecharía ese escenario para darle el obsequio a Jungkook.

Las horas se le pasaron volando, ya eran las más de las 7 y él se encontraba ansioso esperando por su mejor amigo.

Unos brazos largos lo rodearon por la cintura.

-Deberían prohibirle a un hombre tan hermoso estar aquí solo, podrían secuestrarlo...

-Aish... Jungkookie...- su rostro se enrojeció un poco.

Se giró y lo abrazó fuerte.

-Solo quería darte algo por tu cumpleaños.

Fue el turno de Jungkook para sonrojarse. Tae sonrió y le entregó una pequeña cajita roja.

-Jungkookie, asegúrate de entregarle la otra mitad de tu corazón, a alguien que te ame más que a su propia vida.

Besó su mejilla y volvió a sonreír.

Jungkook estaba en shock, ni sabía cómo reaccionar ante la acción de su amigo.

Desde hace días, había notado que las cosas habían cambiado para ambos. Él se sentía cada vez más atraído por Kim Taehyung, pero al parecer su distraído amigo no le prestaba la atención que el quería.

Abrió la cajita y encontró el juego de anillos, sonrió y tomó la mano de Taehyung para caminar hasta llegar a la fuente que estaba en el centro del parque.

Sacó el primer anillo y tomó la mano de Tae.

-Yo, Jeon Jungkook jamás dejaré de amar a Kim Taehyung.

Taehyung abrió la boca en señal de asombro.

-Jungkookie... yo...

-TaeTae... Es obvio que eres la otra mitad de mi corazón.

Taehyung sonrió y tomó el otro anillo, lo colocó en el índice del más bajito y dijo

-Entonces...Yo, Kim Taehyung, elegiré siempre a Jeon Jungkook... por sobre todas las personas.

Ambos chicos se miraron a los ojos y sonrieron al mismo tiempo.

-Hay algo que quiero decirte.- Taehyung sonrió nervioso.

-Yo también.- dijo Jungkook.- pero... ¿Sólo por hoy, podríamos simplemente dejarlo pasar?

Taehyung no podía negarse, el momento era demasiado mágico como para arruinarlo con una declaración desastrosa. Se tomaron de la mano y decidieron pasear por el lugar. La noche era perfecta, sólo tenían que disfrutar de esa complicidad que se había formado entre ellos dos.