Locos por Ella= Yo la vi primero. [Gemelos Harries]

Capitulo 4. Baby, you're so clasic.

Haytlin.

- No estoy durmiendo - le digo a los gemelos.

Me acomodo en el mueble, pero no me molesto en abrir los ojos o demostrarles que no estoy dispuesta a dormirme en el sillón de mi sala.

Mamá y Rebecca decidieron que hicieramos un almuerzo - o que hicieran ellas, porque yo no estoy ayudando en nada en la cocina - con todos nosotros. Desde las 8 de la mañana están metidas en la cocina. Y, como es costumbre ahora, mamá me despertó cuando ambas se despertaron y me arrastró a la sala para estar segura de que no me volviera a acostar.

Una ventaja de ser pequeña es que el mueble es que, si subo las piernas, quedo perfectamente cómoda en el mueble y no me afecta en nada. Pero llegaron los gemelos y ella les puso el encargo - cargo, el cual ellos se están tomando muy en serio - y cada vez que me ven con los ojos cerrados por más de 10 segundos comienzan a molestarme y a sacudirme. Pero ya estoy cansada.

Tengo mucho sueño. Anoche no me pude dormir hasta tarde.

- ¿Te vas a levantar?- pregunta uno de ellos.

Aun no abro bien los ojos, así que no sé quién me habla y quién no. Y también tienen el mismo tono de voz. Ayer aprendí a diferenciarlos, claro, mirándolos a la cara.

-No quiero. Déjenme, váyanse.

- Estamos solos, aburridos, y tu mamá nos dijo que te mantuviéramos despierta.

- No me condenen por su aburrimiento.

Cojo un cojín que el gemelo que se acaba de sentar a mi lado tiene en las piernas y lo abrazo.

- Tu mamá nos dijo que te mantuviéramos despierta – repiten.

- Lo que sea.

Al cabo de unos cinco minutos me rindo y voy al baño y lavo mi rostro con agua fría lo mejor que puedo para ver si de una vez por todas el sueño desaparece.

Vuelvo a la sala y ambos tienen una conversación desde donde están sentados, pero en cuanto me ven se callan y me sonríen. Me siento donde estaba anteriormente.

- ¿Cuál de ustedes es cual?- pregunto, finalmente, luego de tratar de descifrarlo por mi cuenta.

Esto va a ser más difícil de lo que pensé.

- Yo soy Jack - dice el que está sentado conmigo en el mueble.

- Yo soy Ricardo - dice Finn a modo de chiste. Me río.

(...)

- ¿Quieres ir al parque? - me pregunta desde el piso.

Hace unos minutos su celular murió por falta de carga y el único conector que hay es uno que está al lado del sillón grande de la sala. El cargador no es lo suficientemente largo como para que él pueda usarlo sentado desde el sillón, así que se sentó en el piso y cada vez que su celular vuelve a coger un poco de carga lo usa y el teléfono vuelve a morir en sus manos. Supongo que ya se aburrió de eso.

- Claro. Suena genial - digo, entusiasmada porque realmente lo pienso. No me vendría mal salir de la casa y conocer un poco más del pueblo.

Es increíble pensar que tengo una semana aquí y sólo he salido de mi casa a la de ellos. Y a la ferretería, una vez con papá.

- Vamos, Finn - dice Jack mientras se levanta. Finn, que se a pasado todo el día apartado y con su teléfono se levanta y guarda su teléfono en la parte trasera de sus vaqueros.