Capítulo 6: La fiesta

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En multimedia les dejo el vestido que más o menos imagine para Jenn. En el siguiente tal vez les deje lo de Sara.

***

Ahora sí estaba muy nerviosa. Sara había llegado temprano para arreglarla. Primero su cabello, con unos rulos que después se convirtieron en ondas y después con el maquillaje. Algo simple y suave pero notorio.

Mientras Sara se arreglaba, Jenn se vestía pensando en si vería a Alex. Según Sara le había avisado a todos que ella iría así que Alex ya debía saberlo. Respiró hondo. No quería ponerse a hiperventilar o se le arruinaría el maquillaje.

- Jenny, respira -aconsejó su amiga-. Mejor cuéntame, ¿tu mamá te dio algún consejo para hoy?

Jenn rió.

- De hecho, sí. Me aconsejó sobre todo lo que no debo hacer. Los peligros de las fiestas, drogas, alcohol, sexo, cigarrillos de ningún tipo, no quiere ser abuela tan pronto -rió por las ocurrencias de su madre- pero prometió no someterme a ningún análisis. Papá no estaba de acuerdo en eso pero accedió a buscarme sólo cuando lo llame.

- Llegaré a las 2:30.

- No, es muy temprano.

Recordó Jenn la pequeña negociación que tuvieron.

- Negociamos que hasta las 5 pero se negó así que accedí a antes de las 4. Hasta que pase por nosotras serán casi las 4. -Jenn sonrió, tenía todo planeado.

- Muy bien -dijo Sara-. Eso nos da suficiente tiempo para encontrar a Alex, bailar, divertirnos y tal vez conseguirte un novio -dijo de manera pícara.

Jenny sonrió, esa idea le gustaba pero aún no tenía idea de qué le diría a Alex en cuanto lo viera. Una vez arregladas y con una última mirada al espejo, estaban listas para salir.

- ¡¡Awww!! -exclamó la madre de Jenn-. Están hermosas -dijo tomándoles una foto.

- Gracias -dijeron ambas.

- ¿Llevan todo lo necesario? ¿Bolso, maquillaje, hilo y aguja, celular?

- Sí mamá, no te preocupes. -Jenn había revisado más de tres veces para asegurarse de no olvidarse nada.

- De acuerdo. Tu papá pasará a buscarlas antes de las 4, así que espérenlo afuera.

- Yo también quiero ir -protestó la hermana pequeña de 9 años de Jenn.

- Lo siento cariño, pero esta fiesta es para niñas grandes -la consoló su madre-. Te prometo que algún día tú también podrás ir a una.

- ¿Listas? -preguntó su padre-. Están muy lindas -dijo sinceramente.

- Gracias, y sí, estamos listas.

Subieron al auto y se fueron. Jenn iba pensando en lo que le diría a Alex y en menos de lo que se dio cuenta ya habían llegado.

- Bien niñas, vendré a buscarlas a las 2:30.

- Papá -advirtió Jenn.

- De acuerdo, de acuerdo. Vendré cuando tú me llames antes de las 4. Las quiero afuera o no me dará vergüenza entrar a buscarlas.

- Sí, papá, lo sabemos -se despidió.

Jenn estaba muy nerviosa e iba caminando más lento cada vez que se acercaban más a la puerta.

- ¿Crees que me veo bien? -preguntó insegura-. Tú te ves linda. -Realmente Sara se veía bien, llevaba un jean negro con botas, un buso ceñido de color gris claro y un lindo saco negro con puntas. Además llevaba su melena lacia y sus ojos maquillados.

- Por supuesto que te ves bien. Después de todo, yo te ayude -se vanaglorió ella sola-. Estás despampanante, no te preocupes y gracias por el cumplido.

No entendía por qué su amiga era tan insegura. Habían conseguido un lindo vestido azul oscuro de mangas largas transparentes, llevaba unas medias negras, un par de botitas cortas y un tapado. No iba a morirse de frío y le quedaba espectacular.

Entraron a la casa y la diferencia de temperatura era considerable. Mientras que afuera hacía frío, ahí dentro estaba bastante cálido, tal vez por la gran cantidad de gente que había. Estaban sus compañeros y muchos chicos que no conocía.

- ¡Sara, viniste! -gritó una voz por sobre la música y una chica abrazó a su amiga.

- Hola Cami, por supuesto que sí, no nos lo íbamos a perder por nada. ¿Dónde podemos poner nuestros abrigos?

- En el armario -indicó mientras miraba a quién se refería Sara-. ¡Ah! ¡No puedo creerlo! ¡Jenny, viniste! -exclamó abrazándola.

- Hola Cami. Pues sí, aprobé y mis padres me dieron permiso.

- Pues esto hay que festejar. Vengan, allí hay bebidas y están las chicas.

Cami las guío hasta donde estaban sus compañeras. Todas se sorprendieron de ver a Jenny ahí y sobre todo de verla tan arreglada. Jenn respiró. Estaba nerviosa pero eso no iba a impedir que disfrutara de su primera fiesta. Conversó con ellas y comió un poco, al mismo tiempo que paseaba su mirada en busca de Alex.

- Ven Jenn, vamos a bailar -la invitó Sara.

- Sabes que no soy muy buena. Además, creo que hay muchos chicos que querrían bailar contigo.

- Lo sé, pero con ellos no puedo bailar como quiero sin que crean que pueden tocarme, en cambio contigo sí. -Jenn rió-. Vamos, y así verán el cuerpecito que no pueden tocar -dijo mientras se señalaba.

Jenn rió pero aceptó. Le encantaba bailar aunque no lo hiciera muy bien. Era una música movida y en uno de los giros que su amiga le daba creyó ver a Alex.

- Alex está detrás tuyo y te mira como si quisiera comerte -le susurró Sara.

- ¿Qué? Debes estar loca.

- Mira -dijo Sara volviéndola a girar para que así quedara ella viendo al otro lado. Era cierto. Alex estaba apoyado en una mesa mirando cómo todos bailaban pero específicamente miraba a Jenny. Sus ojos estaban fijos en ella mientras sostenía un vaso de papel en su mano. Se veía tan serio, concentrado, pero sobre todo lindo con su jean oscuro, camisa celeste y campera negra encima.

- ¿Y ahora qué hago?

- Sigue con el plan. Hazte de rogar, una diosa hasta que él hable contigo. -Jenny asintió.

Cuando se cansaron, regresaron con sus amigas. Había mucha gente, Jenn vio a David, uno de los amigos de Alex bailando, a unos bebiendo y otros fumando.

- Mira quién está ahí -susurró Sara.

Una chica alta apareció, un poco más grande que ellas, lacia y se podía decir que en algún momento había sido bonita. A Jenn le costó un momento darse cuenta de quién era.

- ¿No me digas... que es Tina?

Aquella chica que fue el primer beso de Alex. Aquella que lo había besado mientras ella lo buscaba. Aquella que había provocado que su amigo se alejara.

Tarde de DiciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora