Una flor en un libro. (Capítulo 1)

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Con el monótono sonido de la alarma, me levanté sin ganas de la mullida y calentita cama. Me aseé , desayuné y me vestí con el uniforme de la escuela. Odiaba ese uniforme gris y sin personalidad, pero quien era yo para cambiar las reglas de la escuela ?

Llegué al instituto y enseguida me reuní con mis dos mejores, y únicas amigas.

Una de ella era Nina. Morena y de pelo negro como el petróleo. Ojos marrones, desarrollada y alta. Totalmente al contrario de mí, yo soy pelirroja, con la tez muy blanquecina. Ojos azules como el océano y pecas espolvoreadas por mi delicado rostro. Delgada y de media estatura.

La otra era Lizbeth (no me copié de Badabum Xd). Muy tímida y con el pelo rizado y negro. Sus ojos eran verdes como la hierba y tenía un cuerpecito delicado y elegante.

-Bueno, supongo que te habrás enterado de lo que pasó no ? -dijo Nina, que siempre estaba atenta a todos los cotilleos.

-Pues...no la verdad es que no. -miré a mi alrededor en busca de pistas y encontré el cartel del baile de invierno- déjame adivinar, el baile de invierno ?

-No boba. Es el chico nuevo. Llegó hoy temprano para cubrir los últimos papeles de admisión para el instituto. Parece ser que vendrá en nuestra clase. -dijo casi susurrando Nina, y un poco más animada dijo- es bastante guapo.

-Lo que tu digas -entorné los ojos y me dirigí hacia la biblioteca. Tenía que recoger unos libros de préstamo para clases. Ya los tenía reservados pero antes de ir al mostrador para pedirlos, me gustaba dar un paseo por las estanterías a ver que libros había. Uno en especial me llamó la atención. En la portada no había ningún titulo ni texto que pudiera aportar algún tipo de información. Empecé a ojear las páginas cuando algo calló de ellas. Me agaché al suelo para ver que era y pude ver que se trataba de una pequeña flor marchita. Tenía pegado un letrero que decía :"para mi bella y dulce flor, Charlotte".

No podía ser, yo no tenía admiradores secretos y a nadie le interesaba. Quien podría ser ?
Entonces la campana sonó, anunciando el comienzo de las clases. Corrí a pedir los libros y me guardé la flor en el bolsillo. Ya tendría tiempo para pensar de quien era más tarde.

Algo más que simples floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora