Lilith y Eva... Su renacer. ||Diabolik Lovers||

03 Andrea

Omnisciente

Andrea escuchaba música que salía de sus audífonos, esa era una manera de controlar sus fuertes náuseas al viajar.

—Lupita mi amor. —cantaba en voz baja mientras veía por la ventana.

Se levantó de su asiento al mismo tiempo que se quitaba sus audífonos y fue al baño.
Todos los pasajeros comían y charlaban, bueno, todos excepto Andrea.

Después de hacer sus necesidades, la chica se lavaba sus manos con tranquilidad, pasó sus manos mojadas por su cabello para alisar lo.

—¡Ay! —se quejó, al escuchar gritos fuera del baño, se asustó y tiró de su cabello. —¿Por qué tanto escándalo? —se preguntó, con cuidado asomó su cabeza por la puerta que había entreabierto.

Había muchos hombres encapuchados, antes habían pedido el uso de los contenedores de oxígeno, más no era eso, si no que era un sedante, ahora todos los pasajeros dormía, excepto los bebés.

"¡AHHHHHH! ¡SON TERRORISTAS!" Pensó asustada, con cuidado cerró la puerta del baño para empezar a teclear como loca a su hermana mayor.

Pasos rápidos de varias personas comenzaron a escucharse, Andrea tecleó como nunca.
Los pasos se detuvieron.

Pero, de repente se escuchó algo, el como tocaba levemente la puerta del baño.

—Está ocupado —sip, la había cagado, y de la manera más estúpida.

La puerta fue abierta con brusquedad dejando ver a un rubio, un demonio, un Hiroshi.

"Oh, sólo es Hiroshi" pensó.

—Hola de nuevo... Andrea. —sonrió abiertamente, la castaña gritó para seguir tecleando.

"¡AHHHH! ¡HIROSHI!" pensó asustada.

—Hiroshi —éste se acercó a ella rápidamente, y, como si nada. La mordió en su cuello, así deleitándose con la deliciosa sangre de Eva, lo que más le importaba a él era, que era la sangre de su amada.

—De mi Eva —susurró por lo bajo al mismo tiempo que lamía su cuello, Andrea había caído inconsciente.

Sonrió malicioso para besar los labios de ésta, al igual que todo de ella, eran dulces, pero no empalagosos.

La tomó en brazos y salió del baño, sus hombres lo sacaron de ahí junto con la chica, ahora iban al nuevo hogar de la chica, que realmente era su antiguo hogar.