Capitulo 3

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Veo hacia arriba y suelto un suspiro de  frustración ¿Qué mis padres hicieron? ¿Una chica inmune al miedo? Dios, qué peligroso y totalmente arriesgado fué lo que hice, es que, por el amor del creador.. ¿A quien se le ocurre prácticamente correr tras la posibilidad de la muerte? sólo una persona demente que quiera suicidarse por problemas personales como tanto social, y yo, no quiero morir. Para nada.


Cuarenta y cinco minutos antes:

—¿Hola?— digo al estar tras los arbustos enormes. Todo se encuentra oscuro y totalmente desolados, pareciera una película de terror y eso me entusiasma un poco. — ¿Hay alguien por aquí?— vuelvo a decir después de un breve silencio.

La oscuridad impide que vea claramente y me abofeteo mentalmente por no haber traído la linterna del auto.

»—¡Enmascarado!— exclamo pero nada, lo único que obtengo de respuestas son el sonido de los insectos. Frunzo el ceño a ver qué hay más camino hacia al frente y doy tres pasos cautelosos para evitar tropezarme con alguna rama.— Yuujuuu.

Mi paciencia se empieza a agotar y ruedo los ojos exasperada.

»—¡Bicho raro con capucha!— grito aún más fuerte— ¡Aquí estoy y no te tengo ni un poco de miedo!— vuelvo a gritar mirando hacia mi alrededor, y sigo obteniendo el mismo resultado.

Empiezo a caminar y el camino parece largo, de hecho, es tan largo que empiezo a imaginar que llega hasta el pueblo. A lo mejor se fué por allí.

No logré encontrarlo y me alegro que fuese sido así, sabrá Dios lo que hubiese sucedido si hubiera ocurrido lo contrario. A lo mejor mi cuerpo ya estuviese enterrado por alguna parte de ese tenebroso bosque.

—Conseguí tu celular en la sala, está destrozado— dice mamá entrando a mi habitación.

Mierda.

Mi pobre ¡Phone que tanto me costó comprar está muerto por culpa de ese acosador que de seguro quiere matarme, ¿Lo más curioso? Creo que la estúpida de Polly es su cómplice.

—Lo sé— es lo único que sale de mis labios.

Mamá aprieta los suyos y me vé con cierta preocupación en sus ojos, pero la ignoro.

—¿Qué fué lo que pasó exactamente?— pregunta y noto temor en ella a que le responda "eso no es tu problema" pero no estoy de ánimos para pelear.

—Se me cayó cuando intentaba hacer una llamada.

—¿Tenías aceite o algo parecido en las manos?— frunce el ceño con un toque de diversión.

—Algo así— ¿Para qué decirle la verdadera razón por la cuál mi celular está en ese estado? Ella sólo le interesa su alcohol.

—Ya es tarde y mañana tienes que trabajar— se dirige hacia el pequeño armario y de un cajón saca una pijama— Ten.

Cojo la pijama muy, pero muy confusa y la veo como si fuese un extraterrestre.

—¿Qué?— debo admitir que una pequeña parte de mí salta de alegría, esa pequeña parte llena de esperanza de que mi madre vuelva hacer la misma de antes.

—Nada— me da una sonrisa de labios cerrados y ríe al ver mi expresión. Se sienta a mi lado y su expresión cambia a una melancólica.

—Okey— digo lentamente extrañada.

—Quiero cambiar, volver a ser la misma de antes—. Comienza hablar y me quedo sin habla— Quiero que me veas con mucho amor, me digas cuánto me amas cada segundo y que me hagas sentir la mejor madre del mundo como solías hacerlo— agarra mi mano con sumo cariño—. Te necesito, eres esa fuerza que me hace falta para levantarme y así salir adelante juntas, no quiero perderte.

El Enmascarado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora