Capitulo 5.

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RECORDÉ.

Papá parecía estar durmiendo plácidamente... pero no era así, papá había muerto. Hubiese preferido que estuviese durmiendo.

Miles de recuerdos llegaron a mi mente.

Recordé cuando vi a papá, yo tenía que reconocer su cuerpo.
Recordé cuando mamá lloró por primera vez.
Recordé cuando Sofi corrió a abrazarme al verme llorar, era apenas una bebé.
Recordé cuando probé mi primer trago de alcohol.
Recordé la primera vez que tomé budweisen.
Recordé la primera vez que me emborraché.

Salí de casa, en busca de la cerveza que tanto necesitaba, ya que en casa no encontraría ninguna.

Al fin encontré un lugar en dónde vendían aquella bebida fría que tanto necesitaba. Tomé un trago de ella, sentí cómo recorría toda mi garganta, refrescándola.

Acabé la primera.
Acabé la segunda.
Acabé la tercera.

Y así seguí toda la tarde.

[•••]

  – ¿Aún tardas, cariño?. –Acaricié su cabello.
  – Sí, lo siento. –Me miró unos segundos.
  –Te veré mañana Laur. –Se levantó de su silla y besó mi frente.
  – Está bien cariño, hasta mañana. –Besé sus labios cortamente.

Salí de su oficina sin esperar una respuesta de su parte.

Iba doblando la esquina y el maldito motor de mi estúpido auto se dañó.

  – Mierda. –Susurré al darme cuenta de lo grave que era.

Estaba lejos de casa y de la oficina de Sam, así que sin otra opción, tomé las cosas importantes que habían en mi auto más las llaves y lo cerré con seguro, esperando volver a verlo mañana. Con todo listo, seguí mi camino hacía casa en las frías calles de Detroit.

Ya casi iba a llegar a casa, pero un llanto me detuvo. Pensé que era un niño perdido. Pero al acercarme me sorprendí.

Era una chica, parecía tener unos diecinueve o unos veinte años.
Era hermosa.
Aunque se encontrara llorando.
Era hermosa.

– Ey, ¿Estás bien?. –Me acerqué un poco más, percaté su fuerte olor a cerveza y sus labios un poco pálidos.
– Papá... –Susurró, ahí entendí que estaba borracha. Me acerqué un poco más a ella, tomé su brazo y lo pasé por mis hombros.
– Mi nombre es Lauren. –Le dije. –Te llevaré a casa, para que no te pase nada, ¿okey?. –Sé que no me iba a responder, pero quería y debía mencionárselo.

Llevé a la chica como pude hacia mi casa, tardé demasiado ya que no colaboraba al momento de caminar. Pero lo logré.

Sam me ha dicho que no debo hablar con extraños, que no sé sus intenciones. Pero esta chica me inspiró confianza, y... ¡A la mierda Sam! Ya puedo diferenciar lo que realmente está bien y lo que esta mal.

Intenté ponerle ropa más cómoda, pero no debía hacerlo, ella estaba borracha y no estaría bien que le quitase sus prendas. Así que simplemente le quité los zapatos y la acomodé como pude en el sillón. Cómo no tengo una habitación completa tomé otra almohada, unas sábanas y me acomodé en el piso.

Odio tener que mudarme, aún más acomodar las cosas. Tenía que hacerlo, pero no me gustaba, así que solo puse algunas cosas.

Adictive; Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora