LAUREN.Ya había terminado la consulta, y esta vez.
Me destrozó.
Sam logró destrozarme.Con sus estúpidas preguntas.
Con un estúpido video de mamá llorando por haber vuelto a tomar.
Odié a Sam.
Más de lo normal.Huí de aquella oficina que me irritaba demasiado y con las prisas, volví a chocar con alguien. ¿Esto ya es costumbre o qué?
– Lo siento.–Me apresuré a mencionar.
– No te preocupes.–Tomó su cartera del suelo y me miró.– ¿Camila?.–Sonrió. Su sonrisa me destrozó más.
– ¿Lauren?.–Intenté sonreír.
– Sí, ¡Que gusto volverte a ver!.–Me abrazó. Su piel era suave.
– Igualmente.–Se separó y miró mis ojos.