Mi insoportable profesor

14. ERES LIBRE

-Está bien lo resumiré, me emborrache, bebí tanto que no recuerdo ni lo que hice. Recuerdo verla entrando en mi apartamento pero no recuerdo haber hecho nada con ella ni creo haberlo hecho ya que a la quiero es a ti. Si crees que cuando ella vino y hablamos de lo que pasó dude en algún momento de lo que sentía por ti, estás muy equivocada. Tal vez haya cometido un error, lo admito, pero no recuerdo que pasara nada, lo único que consigo recordar es pensar en ti.

-¿Por qué bebiste?

-¡Porque necesito más!

-Por eso es por lo que no puede funcionar, soy una chica de 15 que jamás ha hecho nada con ningún tío, por el simple hecho de que no me siento preparada. Si quieres más porque tienes necesidades, solo debías ser consciente de donde y con quien te metías.- suelta una carcajada irónica.

-Entonces ¿es eso?

-¿El qué?

-Lo estas confundiendo todo.

-¿Cómo?

-No me refería a que necesitaba más sobre el sexo, me refería a que necesitaba más de la relación.

-Explícate- pedí confundida

-Estaba frustrado porque sabía que te quiero, quería decírtelo pero no quería ir muy rápido así que me calle. Y siento la necesidad de hacer más cosas contigo, estoy harto de este apartamento quiero invitarte a cenar en una cita, llevarte a casa para que cuando estés en la puerta hagas ese gesto que me diga que quieres un beso antes de entrar. Y quiero poder llevarte al cine a ver una película sin miedo a que alguien nos vea y nos separe. Porque prefiero dejarte yo antes de que eso ocurra. Quiero pasear por el parque de la mano o estar tomando el sol mientras leemos uno de nuestros libros románticos tumbados en la hierba.

-¿Por eso bebiste... para olvidarte de eso?

-Sí, pensé que podría pero empeoro todo y la cague no debí abrir la puerta en ese estado ni mucho menos a esas horas.

-Yo pensé...

-Pues pensaste mal- me interrumpió- si no puedes seguir conmigo aquí tienes la puerta, ahora ya eres libre- dijo abriendo la puerta.

Y tenía claro lo que haría.