Mi insoportable profesor

13. EL TIEMPO CORRE

-Ya estoy- dije poniendo la hoja encima de su escritorio.

-Has tardado muy poco.

-¿Y?

-No creo que tu trabajo esté bien.

-Compruébalo, si no está bien...

-¿Qué? Si no está bien ¿Qué?

-Me suspende y ya.

Estuvo alrededor de 5 minutos leyendo el trabajo hasta que levanto la cabeza.

-Puede ir a sentarse, le entregare la copia al final de la clase.

Pues nada, a aburrirse en lo que quedaba de clase. Durante lo que quedaba de hora leí uno de mis libros favoritos.

Cuando por fin sonó el timbre, esperé a que todos salieran.

-¿Por qué has escogido el dolor?

-Lo pone en la redacción.

-Quiero que me lo digas tú.

-Es un sentimiento presente en mi vida.

-Concreta.

-¿Qué más quieres que te diga?

-¿Quién es el causante?

-¡Tú! ¿Contento? Tú lo provocas y lo sigues haciendo ahora.

-¿Por qué te hago daño ahora?

-Porque me obligas a estar aquí.

-¿Por qué crees que hago eso?

-¡Para ya con las preguntas! ¡Necesito alejarme de ti, pero estas en todas partes!

-Te voy a dar 2 opciones para ayudarte. La primera vienes esta tarde a casa y hablamos y si luego no quieres saber nada me alejaré y solo seré tu profesor. La segunda opción es que no hablemos y seguir insistiendo.

-Solo te voy a dar cinco minutos ¿entendido?

-Entendido te espero a la salida.

***

¿Por qué las clases pasaban tan rápido cuando debían pasar lentas? Me encontraba con él en el coche de camino al apartamento. Cuando llegamos ni si quiera me senté, solo hablé.

-Acaba de empezar tu cuenta atrás.

-Que exigente...

-Es lo que hay-dije dura.

-Si me dejas tan poco tiempo no podrás entender nada.

-El tiempo corre.

-Está bien...