Chico caro - Cαρíтυℓσ 4

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Me encontraba en el centro comercial mirando tienda tras tienda sin encontrar ningún conjunto que me pueda permitir. Estaba bastante agobiada ya que quería acabar bien con Álvaro y necesitaba una camiseta y un pantalón para al menos parecerlo, pero el pantalón más barato que he encontrado valía quince dólares.

—Que os den, marcas.

Y así, me fui de aquél centro comercial, siempre he sido de marcas, bueno, más bien mi madre, lo creía necesario pero para una farsa... Supongo que puedo ir por lo barato.
Caminé por las calles de la ciudad pensando a donde podía ir a comprar. Pensé en un mercadillo, siempre la gente dice que se compra barato allí, la cosa es, que no sabía donde era.
Decidí preguntarle a cualquier persona del lugar por donde era, así que me acerqué a lo que supuse que era un señor de cabellos blancos.

—Buenas, disculpe... ¿Sabe usted dónde queda el mercadillo?

El chico se giró, aparentaba unos dieciocho años aproximadamente. Era guapísimo. Dejaré una foto por aquí.

—¿Señor? No soy tan viejo todavía como para eso, y claro

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—¿Señor? No soy tan viejo todavía como para eso, y claro. ¿Eres nueva, pequeña?

—A-ah... No... Es que nunca he ido. ¿Dónde queda?

—Es algo complicado explicarte, mejor te acompaño. Soy Erick, un gusto.

—Ashley... Y vale.

Y así fue como si fuese un plumazo del destino, caminé junto a él hacía el lugar, espero que no me lleve a otro sitio... Ya me entendéis.

—¿Necesitas ropa nueva para una cita? ¿Quizás una fiesta? Jaja.

—No... Simplemente quiero unos pantalones y una camiseta...

Y justo en ese momento, mi móvil sonó, al mirar el mensaje, era Álvaro preguntándome por las fotos, no entré en mensajería para no darle el visto, pero parece que Erick no tuvo mejor idea que cotillearme.

—Uy, ¿Ese es tu novio? Es mono.

—A-ah... No... Es solo un chico que me gusta...

—Pues mándale una foto, estás linda.

—Luego.

—¡Venga! ¡Vamos! Yo te la hago.

—No.

Seguí caminando con un rostro enfadado, estaba ya algo molesta de lo pensado que era con la foto, necesito parecer un chico.

—Hey, oye, perdón por haber sido tan pesado. Pero sigo pensando que- ¡Ah! ¡Ya entendí! Quieres la ropa nueva para la foto.

—Sí...

—¡Qué mona! Queriendo estar guapa para su chico. Yo te ayudo si quieres a elegir ropa, dicen que tengo buen gusto.

—No me vendría mal ayuda, tengo poco dinero.

Y seguimos hablando, conociéndonos hasta llegar al mercadillo, no tardamos mucho en elegir ropa, unos vaqueros y una blanca con listas verde pastel. Erick fue amable ayudándome eligiendo. Salimos de allí y fuimos a su casa, le expliqué la situación con mi madre, solo le dije que no me dejaba ponerme pantalones, no quería meterle en mis cosas familiares.
Le dije a mi madre que iba a hacer tarea en casa de Álvaro y me dejó, si estoy con un chico, por ella encantada.

No me parecía la mejor idea del mundo ir a casa de un desconocido, pero peor que aguantar a mi madre, dudo que sea. No sigáis mis pasos.

Llegamos a su casa, era un pisito perfecto para dos personas, estaba solo para él ya que me dijo que se independizó rápido para estudiar afuera. Está haciendo aquí una carrera para ser veterinario.

—Y esta es mi casa, allí es el baño —Señaló— Entra y cámbiate, te espero en el salón.

Le agradecí al chico para después cambiarme poniéndome aquella ropa, también me quité las extensiones, no era muy complicado para mí ya que suelo quitármelas y ponérmelas yo sola.
Me miré en el espejo, sonreí.
Soy lo que quiero ser.

Agarré un peine que tenía por ahí y me arreglé el pelo a mi gusto.

Salí del cuarto de baño y fui con Erick el cuál estaba bebiendo un refresco, al verme estuvo a punto de escupirlo de la sorpresa, sonreí algo tímida digo

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Salí del cuarto de baño y fui con Erick el cuál estaba bebiendo un refresco, al verme estuvo a punto de escupirlo de la sorpresa, sonreí algo tímida digo... Algo tímido.

—¿¡Ashley!? ¿¡Y tú pelo!?

—Eran extensiones...

—Pareces un...

—Chico. Da igual, soy la misma chica de siempre.

Suspiré viendo su cara de incrédulidad y sorpresa para después tragar saliva.

—Hagamos las fotos.

Erick afirmó e hicimos unas cuántas fotos por la ciudad y juntos, nos llevábamos bien y teníamos cosas en común, mentalidad parecida y esas cosas. Me lo pasé genial.

Subí una de las fotos a Instagram y después se la pasé a Álvaro. Me despedí de Erick no sin antes darle mi número para quedar otro día.

Me arreglé nuevamente para ser la falsa Ashley, iba a salir de su casa.

—Adiós, Erick.

Pero me agarró del hombro antes de irme.

—¿Eres un chico?

—...¿Acaso importa?

Pregunté sonriente para después salir, no era de su incumbencia saber mi sexo y género. Algún día se lo contaré, pero hoy no.

Llegué a casa, era la hora de merendar. Olía a tortitas desde la puerta. Sonó mi móvil.

"Eres muy guapo 😘💚".

"Solo para tí".

Mi corazón latió de alegría y entré a mi cárcel de la opresión con olor a tortitas.

Food boy [YAOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora