Food boy [YAOI]

Beso de neutro - Cαρíтυℓσ 5

¡Hola chicos! Estoy muy contenta de él público que a traído el último capítulo. No pensé que gustase tanto.
Este capítulo lo he improvisado un poco ya que apenas cuento de tiempo por los estudios. Si queréis saber más de la historia, entrar a las redes sociales que tengo en la biografía.

¡Gracias a todos!

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Fin de semana, un gustazo un buen sábado después de esta dura semana, a sido rara y emocionante a más no poder, primero lo de Álvaro y su taquilla, ahora Erick, Yale, osea, yo. Y encima ahora tengo ropa de hombre, no paro de ver las fotos, son tan... Yo. Soy hermoso, carajo.
Bueno, ego aparte, he hablado con Erick y nos hemos conocido más, le he hablado de Yui y Álvaro, todo va bien entre nosotros, somos buenos amigos ciertamente.

Subí un par de fotos así a Instagram, con filtros, edits y esas cosas. A Álvaro le encantaron todas, le encanta Yale, solemos hablar casi todas las noches. Creo que la mejor decisión que he podido tomar a sido esto de crear a Yale.
Pero bueno, era sábado y estaba muerta por la mañana, esto pasa por desvelarse viendo doramas y Yaoi.

Pero como no, no podía faltar la madre toca pelotas que ella finge que no tengo llamándote a las nueve de la mañana diciéndote que son las doce. ¿Qué me importa? Ya ni sé que día es. Solo quiero dormir... Tres... Dos... Uno...

—¡Ashley, chiquilla, que son las ocho!

¿Un momento? Las ocho... Miré el reloj con pánico, y efectivamente, era la mañana de un viernes.

—Mierda.

Me levanté rapidísimo de la cama poniéndome el uniforme sobre el pijama ya que ni tenía tiempo de quitármelo.
Agarré la mochila que por fortuna preparo la noche anterior.
Salí de mi habitación con el corazón en el pecho pasando por la cocina agarrando la tostada que tenía en el plato metiéndomela en la boca, despidiéndome de mi madre y abriendo la puerta, saliendo como si el fin del mundo me siguiese.
Eran ya las siete y diez, y las clases empezaban ha y cuarto, no voy a llegar...

Corría y corría, casi tropezando algunas veces y tosiendo por la tostada que llevaba en la boca. Para mi fortuna, un coche paró enfrente mía.

—Hey, Ashley. Vas a llegar tarde. Sube anda.

Era Andy, un compañero de instituto... No sabemos si es hombre o mujer, le hablamos con el prefijo "él" y no le molesta, así que suponemos que es un chico. Dejaré una foto, como siempre.