Amor igual a enfermedad - Cαρíтυℓσ 6

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Me sentía extraña después del instituto, sentía cierto cosquilleo en los labios desde aquel "encontronazo" con Andy, me estoy dando cuenta de que cada vez conozco a más personas y se supone que yo soy tímida... No es mi culpa encontrarme a gente que le guste el K-Pop... Solo me falta que venga un coreano.

Llegué a casa, comí, sin hablar nada con mi madre, puro silencio, nuestra relación es muy cortante y si se llega a hablar de algo acabamos a grito pelado y prefiero ahorrarme la experiencia ya que siempre me acaba ganando. Frustrante. Agradecí la comida y me fui a visitar a mi amiga Yui que se encuentra fatal al parecer, le gustará buena compañía.

Al llegar a su apartamento una chica muy morena de pelo afro me abrió, la conocía de antes, es la niñera de su hermana pero no importaba ahora. La chica y la hermana de Yui se fueron de casa para dejarla tranquila. Entré en casa y saludé.

—Hey, Yui.

—Buenaaasssss...

—En la mierda por lo que veo, ¿No? Te he traído sopa.

Dejé un termo en la cocina, le gustaba, así que porque no traerselo.

—Gracias Ash. ¿Qué tal tus pequeños amores?

—Bueno... He de decir que me encuentro nerviosa ante todo esto, con el tema de Yale y Álvaro... Me va bastante bien, me hice un par de fotos que ya viste y comentaste, hablamos todas las noches y tal, es encantador y quiere conocerme ya, hasta es algo pícaro.
Luego está este chico que conocí hace poco, Erik. Mono, pero muy mayor.
Y luego... Hoy me senté junto a Andy, descubrí que era mujer y me besó.

Yui me miró con una cara de asombro e incredulidad increíble, parecía que fuese un fantasma o algo similar, daba algo de miedo.

—Wo... Cuanta vida amorosa en un instante. Andy mujer... Pensaba que era trans.

—Puede... Me dijo que le insultaban por vestir como chico. No sé.

—Da igual, ¿Te gustó?

—No estuvo mal... No me importaría repetir pero no sentí ningún cosquilleo especial, la verdad.

—Y Ashley... ¿Llevarás más extremo lo de Yale? Porque... Eres tú, eres lo que nunca enseñas y deberías pensarte bien si seguir por... Tu madre y... Si necesitáis ropa de chico avísame.

¡Oh! ¡Se me olvidó que Yui viste pura ropa de chico! Menuda faena... Da igual, al menos tengo dos trapos para ponerme si acaso.

—Sí... Lo de mi madre dudo que suceda ya que apenas se me notas, si supieras la cantidad de maquillaje que llevo ahora mismo...

—Pareces que no llevas nada.

—Ese es el secreto. Ja, ja.

—Bueno, Ashley... Yo te apoyaré en esto como amiga tuya que soy, pero cuidado.

Asentí con mi cabeza para después levantarme del suelo, despedirme de Yui y salir.

—Si necesitas algo, llámame.

—Está bien.

Sonreí saliendo de su apartamento bajando las escaleras pensando en todo esto de Yale. Me encuentro tan bien siendo como yo soy que... No sé, es libertador.

Al salir recibí un mensaje de Andy, diciendo que fuese a su casa para lo que habíamos hablado en clase, lo de los besos y eso... No me siento muy segura de todo esto.

Me envió la dirección de su casa y fui para allá caminando con tranquilidad poniéndome los auriculares escuchando a mis queridos coreanos.
Era extraño lo que pasaba... Tengo ganas de ver a Álvaro, que me quiera. Conocer más a Erick y ser amigos. Yui seguir como estamos y con Andy... Supongo que ser amigas, siento cierta empatía con ella.
Llegué a la casa bastante sumergida en mis pensamientos, era una casa bastante grande, no era una mansión, pero estaba muy bien. Ojalá viviera allí.

Toqué el timbre y me abrió la puerta Andy, yo la saludé y entré después de ella pasando a su habitación sentándome junto a ella en su cama, su habitación estaba bastante bien, sencilla, con toques blancos y madera.

—Bueno... Pues... ¿Lista?

—No sé... Pero... Venga, vale.

Andy se acercó lentamente a mí empezando a juntar su rostro con el mío hasta que nuestros labios se tocaron, ambas cerramos los ojos intentando disfrutar de aquel momento, aunque se notaba a mares que ambas estábamos nerviosas pero dejamos seguir que avanzase el tiempo, Andy me agarró de la mano y con la otra me agarró de la cintura. Finalmente separó sus labios de los míos y me miró con una pequeña sonrisa.

—Se siente muy raro ja, ja, ja.

—Mucho... No quiero seguir.

—Oh, claro.

Se apartó rápidamente de mí como si no hubiese pasado nada con lo un leve sonrojo en las mejillas.

—Ammm... Adiós. Tengo deberes que hacer.

Y así, me levanté de la cama saliendo de aquella habitación con el corazón encogido de cierta manera, menuda experiencia... No, gracias.

Salí de aquella casa sin más dilación.

Food boy [YAOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora