Judas's POV
La noche ya ha caído hacía un buen rato y sigo en la misma posición pensando una y otra vez en el mismo remolino de recuerdos y cuestionamientos, sin llegar a ninguna condenada conclusión.
Volteo mi cabeza hacia la mesita de luz que se encuentra a mi izquierda, me incorporo sobre mi brazo y tomo mi celular para ver qué hora es. Solo pasa un segundo y como si me hubiese estado espiando, Mason me envía varios mensajes, es impresionante lo rápido que teclea cuando se lo propone.
"¿Piensas aparecer?"
"Te estamos esperando."
"Vamos, hermano, son las 00:05, tu madre ya debe estar en el quinto sueño."
Suelto una larga respiración, me decido y bajo las escaleras rápida pero silenciosamente, tomo lentamente las llaves de mi motocicleta y procuro realizar cada movimiento con extremada delicadeza. Mi madre no es de las personas que puedes decir que tiene un sueño profundo. Camino con mi vehículo a un costado una cuadra y luego de eso, me subo a este.
Minutos después, con la mente todavía hecha un lío, me encuentro manejando a toda velocidad por la desolada carretera hacia donde las mejores carreras que conozco, se dan lugar. Nadie tiene noción de ellas, es muy complicado entrar para participar y eso es lo que las hace exclusivamente geniales.
A la lejanía soy capaz de divisar las luces de colores, acelero hasta llegar al lugar de encuentro. Aparco en mi lugar usual y me dirijo a donde mi cerebro es capaz de discernir caras conocidas, las carreras empezarán en cualquier momento.
- ¡Hola, J!, mi hermano, ¿estás listo para ganar un poco de dinero? - Saluda mí ya conocido mejor amigo, Mason.
-No esta noche, solo vine de porrista.
-Vamos, Judas, tu nunca pierdes una carrera. - Insiste Kayla, la mejor amiga de Alex, mirándome con sus ojos miel escalofriantes.
Cuando ocurrió el asunto en el que todo se fue a la mierda con mi ex, se presentó en mi puerta con los ojos llenos de lágrimas, yo no deseaba ver a nadie y menos a ella. Pero antes de poder siquiera pedirle que se fuera, me encestó un puñetazo en la mandíbula, para luego solo ser capaz de caer sobre sus rodillas y llorar desconsoladamente.
Volviendo al presente, saco un cigarro del bolsillo interior de mi chaqueta de cuero con dedos ansiosos, realmente trato de ocultar y enterrar los sucesos de la tarde y los recientes recuerdos que me abofetearon hace unos segundos, en lo más profundo de mi memoria, solo están malgastando mi tiempo y energías. Tomo mi encendedor, lo prendo y hago la primera calada. Le ofrezco uno a mis acompañantes, a lo que solo Mason accede.
- La castaña ha acabado con todas tus ganas, ¿no?
-Déjalo ya, M. Si todavía no quiere a nadie en su vida, dale su tiempo. - Contraataca con voz bajita.
Lo fulmino con la mirada, desde lo ocurrido con Alex, Mason solo ha buscado que logre seguir adelante, tener nuevas conquistas y, básicamente, continuar con mi vida. Aunque yo no crea que merezca tal cosa.
-Ok ok, pararé. Pero te haces viejo, Judas, las chicas pronto perderán su interés por ti.
-Pronto me buscarán para que sea su Suggar Daddy, hermano.
-Para eso necesitas ser guapo y tener mucho dinero, tu escaseas de ambos mi querido J.
Mason suelta una carcajada, que pronto es ahogada por la fuerte voz del presentador saliendo de los parlantes.
- ¡Esta noche hagan sus apuestas, amigos, tenemos un nuevo participante que asegura que arrasará con cualquiera que lo rete! ¡No sé ustedes, pero, nadie les gana a los locales!
La ovación de la multitud ubicada en la salida de la pista improvisada, inunda todo aquel lugar desértico. Los participantes se ubican en sus lugares correspondientes y se miran desafiantes detrás del visor del casco. Uno es bastante bajo, con un traje de carrera que aparentemente tomó prestado, por lo grande que se le ve. Y la segunda persona, solo resalta por su gran altura. Ambos montando motos Cross.
Empieza la cuenta regresiva dirigida por la voz de todas las personas presentes al unísono y cuando llega a 0 se oye el rugir de los motores dando por iniciada la carrera, haciendo que se levante una nube de tierra y que la gente empiece nuevamente con los gritos ensordecedores.
El más bajo, en un primer momento, se encuentra en desventaja haciendo que la mayoría de los apostadores se regocijen hasta mediados de carrera, cuando inesperadamente, en la última curva, el más alto pierde ventaja al salirse del camino por no bajar la velocidad. El de menor altura, aprovechando la oportunidad, acelera cruzando la meta y dando inmediatamente por terminada la carrera.
Algunos celebran, otros lanzan maldiciones al aire, a todo esto, nos alejamos de la multitud para ir a felicitar al ganador. Se le ve bastante experto, es como si toda la duración de la carrera, hubiese tenido todo bajo control y fríamente calculado.
-J, tengo que irme ya son las 5 am y no quiero someterme a un interrogatorio. Los veo luego.
-Tú tienes auto, ¿me llevas por favor? No confío en la chatarra de dos ruedas de Judas.
-Mi moto es más segura que cualquier vehículo, Kayla. - Ironizo.
La de ojos miel se carcajea, me encojo de hombros y me limito a despedirme. Reanudo mi camino, nuevamente hacia aquel misterioso participante.
Cuando llego a mi destino, se encuentra solo, lo cual hace que me quede extrañado. Pero ignorando aquel detalle, decido romper el hielo.
-Esa fue una muy buena carrera, no eres de por aquí, ¿cierto?
El sujeto levanta sorprendido su cabeza todavía escondida por el gran casco, voltea a verme y como si de ver un fantasma se tratara, toma su moto y se larga lo más rápido que sus movimientos les permiten.
Veo las luces alejarse entrecerrando los ojos.
¿Qué ocultas conductor fantasma?
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Nota de la autora:
Hola, pequeñxs <3
Me paso por aquí para saludar y preguntarles...
¿Quieren otro capítulo? 7u7
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Judas
Romance¿Qué si los traidores siempre fueron inocentes? ¿Los traicionados?, ¿Qué tal si todo este tiempo, la verdad hubiese sido manipulada para que sea lo que las personas desean oír? A veces la única salida es comenzar de nuevo, aunque eso signifique nuev...