POV/TESSA
-Me recosté en el sofá blanco que había junto a la ventana, y dejé que Dani acomodara un cojín bajo mi tobillo hinchado. Cerré los ojos un instante, sintiendo sobre mi cuerpo la mirada inquisidora de mi amiga. Sabía que Dani estaba esperando a que le diera alguna explicación. Más que una explicación, esperaba la versión extendida con subtítulos incluidos y los comentarios de los protagonistas junto con un making off. Pero no podía despegar los labios, antes necesitaba un momento para poder tranquilizarme. No entendía por qué ese chico me había alterado tanto; nunca me había sentido tan intimidada y contrariada por nadie.
Abrí los ojos cuando oí a Dani al teléfono.
-Hola. ¿Podría hablar con el Dr. Anderson, por favor?... Soy Daniela, su hija... Esperaré, gracias. -Me dio la espalda en cuanto comenzé a hacer aspavientos para que colgara-. Hola papá... No, estoy bien. Se trata de Tess... Se ha caído y tiene el tobillo bastante hinchado... No, no puede apoyarlo, le duele mucho... Está bien... Sí... Sí... Vale. -Colgó sin despedirse.
-No deberías haber llamado a tu padre. Estoy bien -repuse con un mohín enojado.
-Tienes el tobillo como un melón, debe verlo un médico -contestó muy seria.
Salió disparada del salón para volver unos segundos más tarde con una bolsa de hielo y una toalla. Colocó la bolsa sobre el pie, que comenzaba a tener un color morado bastante aparatoso, y rodeó el sofá para sentarse junto a mi espalda .
-Mi padre enviará a alguien en quince minutos. Así que ya puedes empezar a contarme qué te ha pasado y quién era ese -dijo con voz autoritaria, y comenzó a secarme el pelo.
Yo suspiré.
-Después del instituto fui a tomar unas fotos del viejo granero...
-Pero si tu coche está en el taller -intervino Dano.
-Fui dando un paseo.
-¿De siete kilómetros?
Me giré, fulminándola con la mirada .
-¡Lo siento! -se disculpó Dani por la interrupción, y puso un dedo en sus labios, asegurando con el gesto que iba a mantenerlos bien cerrados.-De regreso a casa comenzó a llover, y resbalé en el barro que había en el arcén -continué- Él pasaba por allí en ese momento y me trajo a casa. Va al lago, unos amigos suyos se han instalado en la zona.
-Ya. Pues es muy guapo -me hizo notar Dani.
-Muy guapo -repití de forma distraída, evocando el rostro del chico mientras le daba vueltas al pañuelo. Había olvidado devolvérselo-. Sí, demasiado guapo.
De repente,Dani soltó un par de risotadas.
-¡No me lo puedo creer, Tessa Stark acaba de decir que un chico es guapo! -exclamó alzando los brazos al cielo.
-No tiene gracia -repliqué, molesta por la mofa.
-Claro que no, hablo en serio. Es la primera vez que te oigo decir que un tío está bueno.
-¡Yo no he dicho eso!
-Pues dilo, ese tal Adam está para morirse y volver a resucitar. Venga, quiero oírtelo decir. ¡Por favor! -gimoteó
Me sonrojé y no pudé reprimir una sonrisa.
-Vale, está bueno, muy bueno... más que bueno -admití-. ¿Contenta? Y se acabó el tema. Tengo mis normas: no salgo con chicos, no pienso en ellos y menos de ese modo -repuse enfadada conmigo misma-. Tengo cosas más importantes de las que preocuparme.