Capitulo 17

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             TESSA
—Conozco esa expresión —dije, conteniendo una sonrisa.

  Dani me fulminó con la mirada, dio media vuelta y se alejó a paso ligero por el pasillo, dejándome atrás. Se detuvo antes de doblar la esquina, lanzó un suspiro y volvió sobre sus pasos.

  —Es vanidoso, engreído, arrogante y… para colmo… futbolista. Todo lo que no soporto en un chico —dijo muy seria, mirandome fijamente. Entonces suspiró y se desinfló como un globo—. Pero tienes razón, me gusta desde la primera vez que lo vi, y creo que me gusta mucho —confesó, cubriéndose el rostro con las manos.

  Yo empesé a reír.

  —¿Sabes lo que nos vendría bien? —pregunté en cuanto consequí controlarme. Dani negó con la cabeza—. Olvidarnos por hoy de las ensaladas y atiborrarnos de hamburguesas en Lou’s Cafe —propuse en tono conspirador.

  —¿Con mucha cebolla? —susurró Dani con un mohín.

  —Y salsa barbacoa.

  —¡Y patatas! —dijimos a la vez, rompiendo a reír a carcajadas

Unas horas después, Yo apuraba mi segundo batido. Mi cesto de patatas estaba vacío, así que me empecé a comer  el de Dani, que ni siquiera las había tocado.

  —Evan me ha invitado a salir —dijo Dani de pronto.

  Yo la miré sorprendida, con una patata colgando entre los labios. La dejé caer en el plato.

  —¿Cuándo? Si no nos hemos separado en toda la tarde.

  —Cuando fuiste al baño. Quiere que nos veamos el sábado, en la inauguración de la librería de sus padres —respondió mientras hacía girar su refresco entre las manos.
—¿Y qué le has dicho? —Me recosté en la silla y alzé mi vaso vacío hacia la barra para que me trajeran otro batido.

  —Que lo pensaría —respondió Dani y una sonrisa traviesa se dibujó en su cara.

  —¿Y qué, vas a aceptar?

  —¡Por Dios, sí! —exclamó como si fuera algo obvio—. Me provoca taquicardias solo con mirarme. Es guapo, muy inteligente y tiene un físico que corta la respiración.

  —¡Genial! Pero es deportista, tú odias a los deportistas —comenté, clavando los codos en la mesa. Incliné mi cuerpo hacia delante y miré a Dani con los ojos entornados.

  —Le gustan las películas de mi adorado Jamie Dornan y llevaba en la mochila una copia de Juego de Tronos. Creo que puedo pasar por alto ese detalle del fútbol.

  La camarera me trajo mi batido.

  —¡Tienes toda la razón! —exclamé, alzando mi vaso.

  —Sí, la tengo. ¡Y me muero por saber cómo besa! —dijo mientras chocaba su bebida contra la mía en un sonoro brindis—. ¿Y tú qué, irás a la inauguración?
—No sé, es el sábado y ya tenemos un par de reservas, puede que tenga que trabajar,
-Alice y Martha no pueden con todo —respondí. Apoyé la barbilla sobre mis manos entrelazadas y suspiré.

  —No puedes trabajar con el pie así.

  —Es posible, pero tampoco pienso ir contigo y con Evan. Tres son multitud en una cita —recalqué. Hize una mueca con los labios y volví a recostarme en la silla para poder estirar la pierna, el tobillo empezaba a dolerme, otra vez.
Dani se encogió de hombros y le dio un mordisco a su hamburguesa.

  —Tu chico estará allí —dijo mientras masticaba—. Sería una oportunidad para… no sé, ver qué pasa.

  Yo centré toda mi atención en Dani.

  —¿Cómo sabes que estará? —pregunté casi en un susurro.

  —Me lo ha dicho Evan. —Una sonrisa burlona se dibujó en su cara—. Por lo visto, Adam es un amigo de toda la vida que ha venido a pasar una larga temporada con ellos.

  —¿Larga temporada? —repetí con ojos brillantes.
Dani asintió—. ¿Y te has puesto a hablar con el chico que te gusta sobre otro chico? —la regañé.

  —Por favor, Tess, despierta. Me interesé por su coche, le dije que mi padre estaba interesado en un modelo parecido y que quería saber si su amigo me lo enseñaría. Lo hice por ti.

  —¿Y cuándo habéis conversado sobre eso? —pregunté, arqueando las cejas.

  —Mientras hablabas por teléfono con tu hermana —respondió Dani. Alzó la mano y le hizo un gesto a la camarera para que les trajera la cuenta.

  —¿Y Evan te dijo algo más?
—No, solo eso, que Adam estaría el sábado en la librería y que allí podría echarle un vistazo al coche.

   Clavé la mirada en la mesa y comenzé a tamborilear con los dedos mientras pensaba. Adam tenía razón, esa podría ser una buena oportunidad para conocer a Adam y ver qué pasaba. En el fondo, me moría de ganas de volver a verlo. De repente mi rostro se oscureció, la imagen de la despampanante chica morena cogida de su brazo acudió a mi mente.

  —No sé, esta mañana… esa chica y él… parecían
—Yo no he visto nada que no pudieran hacer dos simples amigos —me hizo notar Dani.

Espero que le guste este capitulo y voten por favor .CHAO LOS QUIERO

Pacto De Sangre (Almas Oscuras I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora