Capítulo 2: La nueva aventura.

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(Esta historia es solo una adaptación, la autora es @Smile_Free15)

Paradise de Coldplay era mi canción acompañante de camino a la pista privada de mis padres, para intentar relajarme un poco, saqué un cigarrillo y empecé a fumar con la ventana abierta.

-Ya te dije que no fumaras cuando estés con nosotros.--me regañó mi madre y yo le di una calada al cigarrillo sin importarme su opinión.

-Y yo te dije que no me dijeras que hacer.--contesté soltando el humo.

¿Por qué tanta grosería con mi madre? Sencillo: ayer en la noche inocentemente fui a su habitación a preguntarles si no sabían donde estaban mis nuevos tenis, pero los escuché hablar.

-¿No crees que fuimos demasiado drásticos con ella?.--preguntó mi padre y mamá bufó.

-Para nada. Billie llevaba buscándose esto desde hace mucho tiempo.

-Pero no debimos mandar a la policía por ella, cariño.--intentó razonar mi padre.

-Debíamos tener una razón para enviarla a ese instituto. Pero dejemos de hablar de eso, mañana debemos levantarnos temprano para llevarla al jet.

Hasta ahí llegó su conversación y yo luché con todas mis fuerzas de voluntad para no entrar y decirles sus cuatro cosas muy bien dichas. Mas bien salí hasta el enorme jardín para acabarme un paquete de cigarrillos enteros en un fallido intento de calmarme.

-No nos hables así jovencita.--volvió a decir con voz seria.

-Entonces no hagas que hable y tema solucionado.

Subí aún más el volumen de mis audífonos y seguí fumando, pero no pude evitar notar como mi madre estaba a punto del colapso nervioso y que mi padre colocaba su enorme mano en su muslo en un intento de calmarla.

En cuanto llegamos a la pista privada, pude ver a mis mejores amigos con sus padres seguramente esperándonos. La demora fué bajar mis maletas, porque en un dos por tres nos llevaron hasta el jet y en menos de cinco minutos ya estábamos iniciando el despegue.

-Vaya día ¿eh?.--dijo Diego recostándose en su silla.

-Aún no empieza, Diego.--contestó Finneas mirando por la ventana.

-¡Venga! ¿por qué parece que se hubiera muerto alguien?.--se inclinó nuevamente y nos miró a cada uno.

-¿Por qué pareces feliz? ¡Literalmente dejamos de ser hijos de nuestros padres en cuanto colocamos un pie en este maldito jet!.--exclamó Danielle con una ira que no iba dirigida para nuestro mejor amigo.

-Exactamente porque dejamos de ser sus hijos en cuanto colocamos un pie en este maldito jet.--Diego sonrió con socarronería y continuó.--¡Adiós al intento de aparentar ser los hijos perfectos!.--celebró volviendo a recostarse.

-Explícate.--pedí frunciendo el ceño.

-Nuestros padres creen que enviándonos al otro lado del mundo lograrán que cambiemos nuestra "rebeldía", pero ellos al parecer no saben que somos adolescentes y que no sabemos porque hacemos las cosas pero siempre hay una razón. Podremos empezar de nuevo en Boston, nadie sabrá quienes somos y lo mejor de todo es que nadie sabrá quienes son nuestros padres. Seremos unos simples chicos afortunados que ganaron una beca en un prestigioso instituto.

Miré la sonrisa emocionada de Diego y supe que tenía razón. Nuestros padres dejaron que enfrentaramos nuestra (desastrosa) etapa enviándonos al otro lado del mundo en lugar de ayudarnos a superarla.

-Diego tiene razón.--acepté ganándome la atención de todos.--Podremos empezar nuevamente. ¡Al diablo nuestros padres!.--choqué manos con Diego.

BAD GUYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora