Era una noche cálida de primavera pero en mi interior se había arrinconado el invierno.
Una noche que en pocas horas cambio mi timón, a un rumbó que me vi obligada a tomar por ti, a intentar seguir el norte sin una brújula.
Tú, quien me orientaba en los instantes de no sentirme pérdida en medio del caos pero quien también me impulsó a seguir sin ti con el paso de irme sin mirar atrás, sin mirarte.
Quizá sea una estúpida por quererte como lo hago pero aquí estoy con la mirada pérdida pensando en ti incluso cuando has hecho de mí trizas el corazón.
Ahora sólo mira a tu alrededor y hazte recordar cada segundo que ya no estare ahí, a tu vera.
En fin solo intento enfrentarme al mundo, a acostumbrarme a vivir por mí misma.
A poner los pies sobre la tierra porque las promesas van y vienen como el dinero, las promesas sólo son como las reglas de un contrato, pueden romperse sin aviso.
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Solo sé que no sé nada.
Short StoryQuiera o no busque mi camino en otra parte pero acabé comprendiendo que todos me llevaban a ti.