Amaneces como aquélla flor que en su buen tiempo de primavera sigue floreciendo pero que por momentos se dejó marchitar.
Hoy, catorce de mayo, un día queriendo ser derretida como esa chiminea que enciendes en pleno invierno para dar calidez a cada uno de tus sentidos congelados.
Hoy, catorce de mayo, hoy miércoles.
Hoy este abismo de decaimiento creado por ese alguien, por ese él.
Hoy, no puedo verle.
Hoy el destino nos obligo apostar por no poder vernos aun queriendo.
Hoy, pienso en él.
Hoy un día soleado donde la tormenta se acoge entre mis latidos.
Hoy pensando en empezar acostumbrarme a poder estar sin él, porque me puede más perderle por mi culpa que asumir perderle siendo obligada por él y por sus circunstancias.
Hoy no quiero ser la protagonista de mi propio destino.
Hoy no quiero sentir nada.
Hoy estoy enamorada de él, sí.
Hoy me duele que en su momento me tuviera que dejar ir, sí.
Hoy el sigue sin cumplir su misma palabra de seguir mis pasos sin los suyos, dejarme ir, dejarme irme sin dejar caer su mirada atrás de mis pasos.
Hoy ese cálido detalle de seguir acogiéndome en sus días no consigue que el ritmo de sus sentimientos sea guiado en otra dirección que hacia mí.
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Solo sé que no sé nada.
NouvellesQuiera o no busque mi camino en otra parte pero acabé comprendiendo que todos me llevaban a ti.
