Un camino, dos amores

Cap VII

Al día siguiente, en casa de Bakugo...

—Prometeme que ganarás aquel duelo y podremos formar aquella familia que visualizamos... — entre sus sueños miraba un rostro lloroso pero no lograba distinguir los detalles, los sentimientos que le provocaba dicha escena eran nostálgicos

—No puedo prometer eso— su voz en aquel sueño sonaba temblorosa y parecía ser que también lloraba

—¡Prometelo Kacchan!—

El rubio abrió los ojos un tanto exaltado, pues el pelirrojo lo había despertado bruscamente

—Parecía que tenías un mal sueño, incluso estabas llorando— se sentó más relajado sobre la cama y miro al rubio —¿Estas bien?—

—Si... Perdón si te asusté— suspiro con pesadez —Regresaron los sueños—

—¿Que soñaste? — pregunto con interes

—Era algo extraño... Había un chico llorando mientras me decía que le prometiera algo, pero la sensación que tuve fue nostálgica— sintió una presión sobre su pecho

—¿Promesa? — su rostro mostraba extrañeza

—Así parece, ¿crees que sean recuerdos? — lo miro con duda

—Puede pero... — fue interrumpido por el rubio

—¿Por que no me llamas "Kacchan"? — pregunto éste tratando de confirmar algo

—¿Ah? — arqueo una ceja en señal de confusión —Pues, nunca te he llamado así, ¿por qué? —

—¿Quieres tener hijos? —

—No, nunca me han gustado los niños, ¿a donde quieres llegar? — comenzaba a preocuparse, pues podía ser que estuviera teniendo recuerdos que pasó con el peliverde

—No, no es nada— »Tengo que hablar con Deku« le sonrió al pelirrojo tratando de calmarlo —Hay que desayunar— acaricio la mejilla de este y se incorporó sintiendo una punzada en sus caderas provocando que se sentara de nuevo

—¿Estas bien?, ¿te duele? — se acercó preocupado

—Solo me duelen las caderas— sonrió —No te preocupes— se levantó con dificultad y camino a la bañera —Cuando salga de bañarme preparare el desayuno— entró y minutos después salió secando su cabello se detuvo en el ropero y saco ropa sin importarle el color, se la colocó —Te veo en el comedor— salió hacia la cocina y comenzó a preparar el desayuno

En el castillo...

—Deku, me preguntaba si, ¿te gustaría ver a tu madre? —

—Ella... — suspiro —No se si podré verla de nuevo— desvió la mirada un tanto desanimado

—¿Por lo que sucedió hace unos meses? —

—Si—

—Mira, antes de que llegaras aquí, yo la visité un par de veces y no se encontraba muy bien— hizo una pausa —Tal vez si la vas a visitar recobre animos— sostuvo la mano del peliverde con una sonrisa

—No lo se— apretó sus labios mientras pensaba

—Solo inténtalo, ¿si? — le sonrió cálidamente mientras acariciaba una de sus mejillas

—De acuerdo — le regreso la sonrisa de igual manera, la mano del bicolor era cálida y agradable

—¡Bien!, prepara tus cosas— mostro entusiasmo mientras se incorporaba para ir a dar la orden