¿Amor? //Fanfic Ray x Anna // Yakusoku No Neverland

"Enfermó" // Nueve

-¡¿T-tanto dormí?!- Pregunté exaltada al escuchar lo que Ray relataba. 

-Pensé que habías muerto.- Agregó fríamente a su explicación. 

Cualquiera lo habría pensado, ya que según su relato, había estado durmiendo durante dos días seguidos sin rastros de despertar, sin comer ni realizar un solo movimiento. 

-¡¿Y t-tú que haces aquí?!- Volví a hablar mientras poco a poco comenzaba a despertar volteando a ver con un solo ojo hacia el reloj colgante de la pared. 

-Si morias, hubiera sido mi culpa.- respondió levantándose levemente de la silla en la que se encontraba. 

 Al parecer, él había pasado ya bastante tiempo en la habitación ya que, al observarlo detenidamente, era acompañado por unos cuantos libros y una pequeña manta que se apoyaba fielmente a su hombro, además de el cansancio que pocas veces mostraba y su tambaleante voz añorante de descansar. 

-Ah.- Bostezaba cual felino enojado mientras que con un plato de comida se dirigía a mí. 

-Abre.- Comenzó a levantar una cuchara con un trozo pequeño de papa hacia mi boca. 

Claro, por impulso yo abriría mi boca pero por el simple nerviosismo que yo sostenía me negué a esto, por lo que el pelinegro recurrió a hacerlo a la fuerza suavemente con sus frías manos para posteriormente llevar la cuchara hasta mis dientes, haciéndome lentamente comenzar a masticar ese trozo de alimento. 

-Ding dong.- Sonó inesperandamente la campana de mamá que anunciaba a los niños la hora para salir a jugar. 

-Vamos.- Mencionó Ray dejando el plato de lado y a su vez notándose ya muy cansado, pero aún así, no lo suficiente para no soportar mi peso ya que sin ninguna dificultad comenzó a cargarme y eventualmente llegar al árbol. 

Me impresionó que haya podido llegar hasta allí ya que sus ojos comenzaron poco a poco a cerrarse mientras se acomodaba lentamente. 

Esta vez era él quien empezaba frágilmente a conciliar el sueño mientras que, cual hoja seca, su cabeza caía con lentitud hacia donde mis temblorosas piernas yacían dejándonos a los dos en una posición sacada de un cuento. 

-¿R-ray?-. Picaba suavemente sus mejillas en un intento de despertarlo. 

-No.- Tomó mi mano y delicadamente la dirigió hacia el pasto, donde la sujetó esta vez con más fuerza bostezando y cayendo en un profundo sueño. 

Él mostraba una leve sonrisa acompañada de diminutas marcas rojas en sus mejillas mientras que yo solo le podía observar contagiándome de su extraña, pero a la vez cálida expresión de felicidad entretanto que al igual que él, mis latidos aceleraban cual auto de carreras, un auto de carreras descompuesto que no sabe hacia dónde girar pero que aún así continúa andando. 

De repente, al igual que mis piernas, Ray comenzó a temblar débilmente aún dormido deshaciendo el lazo de nuestras manos y empezando a subir de temperatura.

Él había cogido un resfriado. 

-¿Enfermó...?- Susurré volteando a ver hacia donde mamá se encontraba, intentando llamar su atención, algo a lo que no fui capáz. 

Todo eso me recordaba a lo que había sucedido hace ya un mes y que me dio la oportunidad de eventualmente acercarme a él: Mi casi sanada fractura.

"Casi" ya que mamá confirmó que en tan solo unos días podría volver a corretear junto con mis demás hermanos, algo que hubiera sido bueno a no ser por el hecho de que ya no sería una obligación para Ray estar más conmigo. 

Eso no me gustaba pero aún así tuve que aceptarlo, aceptar que mi relación con él era por simple obligación. 

Una obligación beneficiosa. 

-Ding dong ding dong- Ya se podrán imaginar quien era. 

Ray no despertaba y mi pie, por más que lo intentara, no lograba reaccionar. 

Que situación verdaderamente complicada ¿no?

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Lo siento si he escrito musho acerca de dormir pero es que últimamente he tenido bastante sueño ;^;

Ahora woa pedirle a las dos o tres personas que leyeron esto que me digan que pasará (porque yo tampoco sé, ahr).