Cada día siguiendo la misma rutina, por momentos me ponía a pensar -"¿será así para siempre?"-, digo, Ray ya es un chico que cumplirá doce años y no creo que siga mucho tiempo más en el orfanato, y quien sabe, tal vez yo sea la próxima en partir.
-¡Anna!, ven a jugar- Gritó Emma haciéndome dejar mis pensamientos de angustia.
-¡Voy!- Le grité desde la puerta de la casa, corriendo hacia donde los demás estaban.
Después de todo no comprendía muy bien mis sentimientos y no tenia nada de valor para intentar decírselo.
-"Es mejor dejar las cosas así"- repetía en mi cabeza mientras continuaba mi andar.
Estaba tan hundida en mi mente que no me di cuenta, había pisado torpemente a alguien recostado en el piso, y sí, ese alguien a quien había pisado era la persona con la que menos desearía entablar una conversación o simplemente decir "perdón".
Obviamente resbalé en cuanto topé con su pierna, era una situación demasiado penosa para mi y no podía contener el sonrojo. Ray solo observó toda la situación, él es alguien muy relajado pero me pudo haber sostenido ¿no?, creo que ya es hora de dejar de creer en todos esos cuentos y libros en los que el príncipe rescata a la princesa.
-...Uh?¿ Anna?- mencionó mientras yo intentaba levantarme.
-R-ray- Tartamudeaba con la cara toda roja.
Él solo se quedó viéndome por un par de segundos y luego regresó a su lectura, yo pude levantarme y tuve suerte de que nadie me haya visto, me daría mucha más pena si alguien hubiera estado allí.
Sin poder decir algo sin tartamudear solo pude añadir un -L-lo s-siento-, aún bastante sonrojada.
Intenté dar un paso para ir con Emma y los demás, pero me había lastimado el pie y lo único que hice fue volver a caer, algo que si llamó la atención del pelinegro quien dejó por un momento su libro.
-¿Pasa algo?.... - preguntaba.
Yo no respondí por el simple hecho de que no sabía una respuesta concreta. Me arrastré hasta lograr que mi espalda reposara en el árbol y empecé a revisar mi pie, sabía algo sobre medicina por las pocas veces que presté atención a las lecciones de mamá así que pude concluir que no estaba para nada bien.
-se fracturó.- Añadió Ray al ver mi pie.
Nadie notó lo que me pasó además de Ray así que no podía notificarle a mamá.
-que haré... - susurré esperando que el pelinegro no me escuchara.
-Quedate acá. - respondió Ray distantemente.
-hasta que acabe la hora de jugar, y mamá te revise.- volvió a añadir.
Yo no podía decir nada, él era bastante cortante, siempre lo había sido y mi tartamudeo no ayudaba.
-bien... - fue lo único que pude responder en un susurro.
Ray no dijo ni una palabra más y simplemente ignoró el hecho de que yo estuviera ahí.
-"Que frustrante"- pensé por un largo tiempo hasta que mi mente se despejó por completo y empecé a relajarme bastante.
Mis ojos empezaron a cerrarse poco a poco y cuando pude darme cuenta, estaba con mamá en la enfermería de la casa.
No pude saber que pasó, y como dijo Ray, mi pie estaba fracturado, supongo que tendré que guardar reposo por un tiempo, espero que no sea por mucho, quiero poder volver a ver a Ray bajo aquel árbol, tal vez, pueda volver a estar junto a él algún día.
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¿Amor? //Fanfic Ray x Anna // Yakusoku No Neverland
RomanceSiempre me ocultaba en ese árbol para observarlo, para simplemente verlo sonreír... Los personajes utilizados no son mios, créditos a su respectivo creador (nuh me acuerdo el nombre, juas juas) y todas esas weas.