VCARD <<Taekook>>

00; V Card

                             V CARD

♡♤◇♧

Taehyung arrugó su nariz cuando vió lo que colgaba de sus partes al bajar sus pantalones. Comparó aquella trompa de elefante con el libro de anatomía que robó de su clase y se sintió incómodo.

- ¿Porque esto parece una flor marchitada? ¿Y como es que se supone que eso me sirva de algo?- suspiró rendido ante su apariencia, cerró el libro y luego se vió a el espejo una vez más.

Su rostro y torso eran su mayor orgullo, todos solían quedarse boquiabiertos al verlo caminar por los pasillos de su preparatoria. Siempre solía ganar los concursos de belleza entre los estudiantes y a pesar de tener enemigos, de igual forma ellos terminaban enamorados de él. Ser Taehyung era una tarea difícil y descuidar su vida no era una opción.

Lo que nadie entendía era que Kim Taehyung no buscaba un novio, romance ni amor. Él sólo quería sexo, sexo salvaje, apasionado y sucio. Quería que le hicieran todo aquello que veía en aquello videos sucios. Siempre soñó con aquel chico de los cuales leía en sus novelas favoritas. Aquel que salía de la nada montado en su caballo salvaje a buscarlo. Que le terminaba haciendo el amor en una cama suave de sábanas blancas. Quería ser el protagonista de su propia historia y repetir su cuento favorito cien veces con cien chicos diferentes.

Pero ¿Se imaginan? Que Taehyung se baje los pantalones por primera vez y que su pareja sexual se desmaye del susto. Que su reputación de ser el más bello se vaya a el suelo, que nadie quiera tocarlo o adorarle.

-¿Y si le pongo talco de bebé?- pensó rápidamente en como mejorar su opinión sobre aquel asunto.

En el baño solía tener todos los productos que le hacían ver hermoso y con ellos tal vez podría hacer algo por su amiguito. A Tae le preocupaba que se le viera arrugado, escondido y pequeño.

Intentó subir su ánimo, con su móvil puso música de Doja Cat y se puso manos a la obra. Con una sonrisa pícara se sintió como si su amiguito estuviera en un salón de belleza. Se encargó de su suavisarlo con cremas, recortó aquellos bellos encrespados alrededor de este, le dibujó un lunar en la punta con un delineador y al final lo cubrió completamente de talco de bebé. Ahora su miembro parecía una mujer francesa en el pasado.

Se acercó en el espejo y se frustró con su intento. Ahora su pene parecía una pichula blanca con un lunar negro en la punta. Al menos recortar el cabello le pareció propio, pero lo demás no ayudó en nada.

Taehyung comenzó a limpiarse con una toalla fría sobre su hombría. El talco fue fácil de remover, pero aquel pequeño lunar le hizo la vida imposible. Por más que frotara aquello su delineador era tan bueno que no leyó que aquel era aprueba de agua.

-¡Ugh! ¡Maldita sea! ¡Se me va a borrar el pito si sigo frotando!- chilló mientras peleaba de lado a lado con su falso lunar.

-Vaya, Vaya. De todos los chicos con los cuales tuve que enseñarles a tocarse, tu, me querido Taehyung, eres el más tonto de ellos.- Tae paró de frotar y miró todo el baño buscando de donde había prevenido aquella voz.

-Aquí, querido. En el espejo. Déjame ayudarte en tu frustrada vida sexual.- la voz seductora le hizo mirar hacia su espejo.

Taehyung alzó una de sus cejas y se acercó a ver su reflejo. En cambio a lo que esperaba, se encontró con un hombre hermoso, rubio y sonriente del otro lado.

-Mi nombre es Jimin y soy tu hada sexual.- el atractivo ser estiró su mano a través del espejo como saludo, sacando sólo su mano del objeto en donde estaba encerrado.

Taehyung abrió sus ojos en grande y se paralizó al recordar que aún tenía su pichula francesa descubierta. Tomó en sus manos el frasco de talco de bebé y lo lanzó asustado hacia el espejo. Aquel que decía llamarse Jimin, desapareció de su vista y le dejó tranquilo luego de unos segundos. Había roto su propio espejo porque pensó que se estaba volviendo tan loco que veía cosas.

-¿Un hada? Pfff ¿Quién fue el que drogó mi café esta mañana?-