-extras

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Ay bebecites, la historia llegó a su fin y no tengo ideas para una continuación así que acá van pequeños fragmentos de sus vidas 🤠

Les tqm 💕

Solo eso amigues, comiencen a leer. 🤧

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Martin de 23 y Pedro de 22 (menor por meses).

Pedro abrió los ojos con pesadez, el estrés de esa semana lo había dejado agotado. La disquera lo traía de aquí para allá, entre nuevas grabaciones y reuniones con algunas marcas, Pedro estaba exhausto y solo esperaba por las hermosas vacaciones. Recordó entonces, después de haber bostezado largo, que hoy por fin tenía el día libre.

Atentó con girarse hacia su costado, notando por fin el peso sobre él. Allí recostado encima de su lado izquierdo estaba Martin, su bebé.

Traía el cabello largo y enredado (pues la serie en la que actuaba su personaje lo requería), su piel lechosa y suave, sus brazos gorditos y cubiertos de delgados vellos y los labios resecos. Lo tomó por la cintura, alzándalo y acercándolo a sus labios para depositar besos por toda su cara, despertándolo al instante.

-Volvete a dormir, boludo...-murmuró Martin con la voz rasposa, acurrucándose en el pecho de su novio, terminando de echarse sobre él con las piernas separadas.

-¿A qué hora sales, Tin?-preguntó para luego acariciar la pronunciada curva en su espalda y culo.

-A las 3... 3:30 tal vez...

-Son las 4, bebé...

Martin se levantó de golpe, lamentaba haberse ido a dormir a las 3 de la mañana sabiendo que al dia siguiente tenía una reunión importante. Saltó de la cama y fue directo al baño a cepillar sus dientes.

Pedro no pudo aguantar la risa en todo el tiempo que vio a su novio correr del baño a la habitación y de la habitación a la sala buscando su traje y la plancha de ropa.

-¿De qué te reís tanto, pelotudo? ¡Al menos ayúdame!

-Jajajaja, son las 10 de la mañana, bebé, volvé a la cama.

La cara de Martín expresaba incredulidad, respiró hondo y se volvió a meter a la cama junto a su novio, no sin darle un suave golpe en el hombro antes.

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18 años.

Caminaban tomados de la mano rumbo a una hamburgueseria cerca a la casa de Pedro, unos audífonos en sus oídos dejaban escuchar Siempre estoy pa' ti de Ed Maverick.

Entraron al local y pidieron, nada fuera de lo común, un viernes en la noche como cualquier otro en sus vidas. Cuando finalmente llegó la comida más unas botellas de coca cola bien heladas, Martin no dejó de observar la grasa escurriendose por la carne.

De manera involuntaria, un sentimiento de culpa de refugio en su pecho al ver lo que se iba a comer.

"¿Cuántas calorías tenía? ¿550? ¿630? ¿700? No lo puedo recordar..."

Tragó duro, tomando la comida entre sus manos sin dejar de mirarla con angustia. Miró el enorme pan con semillas de ajonjolí, las rodajas de tomate y cebolla, miró las papas puestas a un lado y lo único en su cabeza era culpa y ganas de vomitar.

Pedro lo notó y tomó las manos de Martin entre las suyas, lo vio a los ojos buscando entrar en su alma, reconfortandolo con la mirada.

-Martin.. No vamos a volver a pasar por eso.

Strip | PedrimenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora