Tratie- Mis flores favoritas

Katie se recompone rápido de sus relaciones

La situación era muy mala. Pensé por qué necesitaría preguntarle a alguien sobre Katie, si ya había salido con medio millón de chicas. Ajá! Sus gustos eran algo diferentes.

Por empezar, con su comida había que ser cuidadoso. No matar plantas frente a ella. Saber de agricultura. Eso era todo lo que se me ocurrió, porque en nuestra primera salida no habíamos hablado demasiado. Parecía que le caía bien, así que tampoco tenía que dejar de ser yo. Ugh, ¿no podía ir y decirle hola y que me besara?

Connor vino junto a mí, y me dijo que Gardner se estaba peleando con su novio. ¡Tenía que ver eso! Agarré la primera bolsa de patatas fritas que encontré en la cabaña y fuimos a escondernos a un arbusto.

No les recomiendo los arbustos como sillas camufladas. Tienes un espíritu de la naturaleza maldiciéndote todo el tiempo y te pican los bichos. Por no decir que una bolsa de patatas solo se la comen los insectos.

Mientras todo esto nos molestaba, miramos a la casi ex-pareja pelearse. Estaban en un paseo por la playa, y parecía que Solace se había puesto a coquetear con una ninfa. Esto, obviamente, no le gustó nada a Katie, a pesar de que Will decí que era una simple actuación. Esto era demasiado bueno para ser verdad! Estaban cortando, y Katie ss estaba yendo otra vez hacia los campos de fresas. La seguí y luego, como un viejo amigo, la consolé. Pensé que era un plan estúpido, pero Katie me abrazóy se puso a llorar en el hombro. Me puse algo colorado cuando uno de los chicos de Afrodita nos vio, pero se fue enseguida.

No me gustaba ver a mi niña flor llorar, aunque la ocasión me había venido bien. Aún así, quería decirle que dejase de llorar y que todo iba a estar bien, pero ella preferiría seguir llorando hasta tranquilizarse.

Poco tiempo después, le dió un ataque de rabia y me convirtió en el blanco de sus golpes. No voy a decir que el amor no duele, porque a mí me dolieron bastante sus puñetazos, pero por suerte luego Kat se dió cuenta de que me estaba haciendo daño y se disculpó.

En ese momento, dió vuelta su cabeza y me miró profundamente. Hice lo mejor que pude para no sonrojarme. Era ese momento en el cual debía besarla. ¿Estaba ya recuperada de su relación? No, eso había sido dos horas antes. ¿Yo le gustaba? Seguro, pero aún así la última  ez que la besé me amenazó con partirme a la mitad. Afrodita! ¿Si yo la bes-

No pude seguir pensando porque Katie ya se había impacientado y era la que me besaba. Le devolví el beso, la abracé y cerré los ojos. Estaba seguro de que pronto habría una nueva pareja en el campamento.