Luces de vida

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Recordaba lo que había pasado en la tarde, cerrando sus ojos y con una canción reproduciendoce, no podía creer la suerte de tener una familia tan maravillosa y no podía creer el echo de que realmente haría cualquier cosa por ellos, le han brindado tanto a ella en los años que ha estado con ellos que no sabe de que manera poder devolverles todo eso, pensaba en su madre siempre que podía al igual que su padre, se preguntaba si ellos estuvieran aún con ella sería igual todo u simplemente las cosas serían completamente diferentes, pronto cumpliría sus 17 años,  habían pasado ya diez años desde que sus padres se marcharon y si, cada día pensaba en ellos y los extrañaba con toda su alma, sin importar lo que hiciera, no podía dejar de pensar en ellos. Seguía con sus ojos cerrados pero sintió que algo la observaba, comprendiendo que no le tomaría importancia pues tenía tres hermanos más los cuales en cualquier momento la llegarían a molestar y estaba  en lo correcto ya que de un pronto a otro sintió unos labios posarse en su mejilla izquierda, podrán decirle loca pero ella podía diferenciar a cada uno de ellos con sólo un beso, con tocar su mano,  cabello u cualquier otra forma de poder reconocerlos y si el del beso sin duda alguna era nada más y nada menos que Brook su hermano mayor el cual tan sólo le llevaba tres años más, por alguna extraña razón cada que el le demostraba su cariño su corazón se ponía tan contento que era inevitable no saber que era él al instante, creía que era por el echo de que él estuvo siempre para ella, desde que tiene uso de razón, abrió sus ojos para comprobar lo que ya sabía,  se encontró con los ojos grisaseos de Brook, que por alguna extraña razón aveces lograban cambiar su color, dependiendo del ánimo de su hermano,  Brook le sonrió con esa sonrisa perfecta.
- ¿En qué estas pensando Estrella?
Si, el apodo que él le había otorgado era estrella, paso un día cuando tenían unos 7 años, una historia extensa.
- ¿Acaso no puedo hacer mi pasatiempo favorito sin que me pregunten?
- Sólo quería saber si te serviría en algo y te venía a avisar que mamá ya está haciendo la cena, pero entiendo si no me quieres aquí.
Brook se dio la vuelta para irse, sin antes hacer carita de perrito regañado.
- Luz, a eso no me refería, ya sabes que no es enserio, sólo pensaba en que si mis padres estuvieran que hubiera pasado con todo esto, seguiríamos siendo cercanos a ustedes o simplemente estaríamos viviendo lejos y no tendríamos contacto, no estaría hablando contigo en estos momentos o tal vez si, ellos estarían felices o simplemente no tendrían una buena vida, seguirían juntos o su amor no perduró. Siempre me pregunto estas cosas, constantemente y aveces me lo tomo muy a pecho.
Brook se acercó a donde estaba ella, se sentó justo al lado de ella, le acaricio la mejilla que anteriormente había besado.
- Creo que con el simple echo de tener a alguien como tu en sus vidas los haría sumamente felices,  juntos o separados, tal vez no estuviera contigo en este momento hablando pero estoy seguro de que estarías en mis pensamientos siempre, es imposible olvidarse de algo que perdura para siempre en tu corazón y estoy seguro de que tu permaneces en el, en cada uno de mis pensamientos y sentimientos, perdurarás como la estrella que eres y se que si alguien llega a querer lastimarte haré lo imposible para que eso no pase.
Si Emily sabía perfectamente que él  era su luz de vida, aquella que iluminaba su ser y que la ayuda siempre día a día, había pensado esto hace mucho tiempo pero no quería hacerle frente, pero lo necesitaba, necesitaba decir lo que realmente sentía no podía quedarse de esa manera por más  tiempo ya había pasado casi dos años desde que sentía estas cosas por Brook, pero le daba miedo mucho miedo, si ella le decía y por alguna circunstancia el empezaba a alejarse, ella no lo soportaría.
- Gracias por todo Luz, no se que haría sin ti. En ese momento Brook abrazó con todas sus fuerzas a su pequeña Emily, esa que tanto amaba y ese sentimiento iba aún más lejos que el simple echo de quererla como una hermana, era más mucho más,  ocupaba decírselo y este era el momento adecuado la tenía junto a él,  estaba seguro de lo que sentía, nervioso pero seguro, se separó del abrazo que le estaba dando a Emily y la vio a los ojos,  esos ojos miel que tanto amaba, tenía la típica mirada de cuando se encontraba confundida, luego bajo su vista hacia sus labios, tan hermosos, rosados y espléndidos, si lo iba a hacer tenía que hacerlo, poco a poco se fue acercando a ella sentía su corazón a mil, el nerviosismo aumentaba, estaban a pocos centímetros y ella no hacía ningún movimiento para separarse, eso era una buena señal, iba a darle un beso pequeño sólo para que supiera lo que realmente el sentía por ella y así fue, se acercaron más hasta que sus labios se juntaron se podría decir que fue el típico beso de "piquito" corto, ella no dijo nada simplemente bajo su mirada hacia sus manos y empezó a jugar con ellas, si él  creyó que ya todo se iría a la basura,  ella no sentía lo mismo hasta que la escucho decir
Estoy tranquila por saber que no soy la única que posee estos sentimientos. pocas palabras le llenaron el alma y le alegraron la vida, si le volvería a dar un beso, más largo, ya tenía claro los sentimientos de ella pero como en todo buen momento nunca falta la persona que lo echa a perder todo y en este caso fue su hermano mayor.
- Niños dice mamá que bajen a comer ya.
-Claro ya bajamos- dijeron los dos al unísono a Dominic el hermano mayor de ambos le pareció un poco  raro el comportamiento de ambos puesto que los conocía bien y sabía que se encontraban nervios, tan sólo decidió ignorarlo y salió de la habitación.
-Bueno entonces este tema queda pendiente,  si no vamos ya mamá se enfadara.
Brook decidió hacerle caso a Emily y decidieron dejar el tema para luego, bajando como normalmente lo hacían para así poder comer.
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Su corazón palpitaba a mil por hora, se estaba acercando más hacia ella, vio esos hermosos ojos grises que gracias al nerviosismo tenían un poco más de azul en ellos, vio sus labios carnosos y rosados,  vio cada una de las pecas que la Luz de su vida tenía en la cara, estaba feliz pero no sabía si en realidad era lo que imaginaba hasta que sucedió, le dio un beso, el también compartia esos sentimientos con ella, luego de que se alejara ella se puso nerviosa y le dijo
-Estoy tranquila por saber que no soy la única que posee estos sentimientos.
El río pero su sonrisa se desvaneció, sus ojos se tornaron de un gris profundo, parecían sin vida, ella se asustó mucho por lo que veía.
-¡Luz! ¡Brook ¡Respondeme! ¡Brook! ¡Luz! ¡Habla! ¡Dime algo! ¡Por favor!
Pero no obtenía respuesta hasta que el abrió su boca para decir algo pero no pudo, sangre empezó a frotar por su boca, Emily lloraba desconsolada no sabía que hacer,  gritaba por ayuda y nadie llegaba, no sabía que pasaba
-¡ No! ¡Brook! ¡Por favor no! ¡Tu no!
Sangre por todos lados, no se detenía ella no podía hacer nada.
Se despertó agitada, gritando y llorando, otra maldita pesadilla, otra maldita pesadilla en la que Brook era partícipe, alguien tocó su mejilla, se sobre salto pero apenas vio hacía abajo se dio cuenta de que Drew estaba sentado encima de ella limpiandole sus lágrimas, si él  era el que la salvaba en estos momentos, el era su nueva luz.

Este es el capítulo de hoy espero les guste, como escribí anteriormente la historia no será lineal, en este capítulo podemos ver el pasado de Emily de cuando tenía 17 años y parte de su presente cuando ya se encuentra con 23 años, poco a poco se irán aclarando las cosas.
¡Gracias por leer!
Att: Estrellas💫

¿Enamorada de alguien que ya no está?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora