Botones de azúcar /Adaptación.

Parte 12

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Mirando al exterior
hundido entre algodón
con los ojos nublados

Mirando sin mirar,
a través del cristal
Recordando un pasado en el que tú
estabas junto a mi
si pudiera elegir, quería regresar
a aquel tiempo en el que los dos
Pensamos que este amor
No tendría final

Cuando te vi marchar
Entendí que todo había
Había marchitado
La flor de nuestro amor
con tanta fuerza ardió
Más hoy te vuelvo a ver marchar
Sabiendo que ahora ya
No te veré volver

Te vas,te vas dejándome
Sin nada que decir
Sin nada que ofrecer...

Déjame que te llore en un rincón
Sé que así será mejor...

🍂🍂🍂🍂🥀

-¿Qué pasó? - preguntó sin querer hacerlo, sabía que se trataba de Minseok. - Minseok está en tu casa ¿cierto? - Baekhyun volvió a llorar.

-Lo siento mucho Joven Jongdae. Minseok... - se detuvo. Carajo, estaba torturandolo.

-Dime que él está bien. Qué está en tu casa y te envió para llevarme de vuelta. - Baekhyun negó.

-Minseok... Minseok murió, Jongdae. Lo siento mucho, Minseok murió. Lo lamento mucho.

-¿Qué?

-Sí, joven Jongdae. Minseok murió. Dice el padre que regrese ahora mismo.

Y preguntar ¿Qué iba a preguntar? Pero había que preguntar, aunque no quisiera, no debería, no pudiera, no quisiera, ¡Lo que carajo fuera! Estallado en llanto, que más le quedaba a un hombre que un montón de lágrimas, como cenizas tapando las puertas, las ventanas, las salidas a su destino. Cenizas, metros y metros cúbicos de cenizas; kilómetros cúbicos de cenizas. Eso es el llanto. Estupidez y mar, arena y nube. Una pregunta que no se hace.

-¿Por qué?

-No lo sé, Joven Jongdae. No lo sé. -dijo respondiendo a la pregunta que no se hace, mientras caen bosques y más bosques de cenizas sobre el mundo. - El padre Sehun llegó corriendo a la finca y me mandó de inmediato con las malas noticias. Parece que algo le pasó a noche y hoy lo encontraron muerto.

Se le colmó el alma de un dolor... no lo pudo explicar ese día y en toda su vida no lo podría explicar. ¿Qué el tiempo da respuesta a todo? Aún con el tiempo no ha hallado, no ha querido buscar, no hace falta buscar, no ha venido a su puerta con... Se marchitó el ser. Se le heló el corazón, ennegreció todo a su alrededor.

La fuerza vital del espíritu voló, no pudo hablar más. No pudo preguntar más, solo quería llegar rápido y preguntar por él.

Llegó a la finca noventa minutos después, con Baekhyun prendido a él, llegando advirtió a la gente de la aldea. Esperaban. Seguro la motocicleta, era un aviso. A la gente se le notaba el desconsuelo. Entre el aire con polvo y el corazón estrujado, le corrían las lágrimas por el rostro.

En la entrada de la aldea perdió las fuerzas, bajó a Baekhyun y dejó tirada la moto al notar que el padre lo esperaba. Llegó caminando hacia él, con los ojos rojos irritados. Era verdad, no podía mentirle, era verdad.