Borrador n° 2

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Como una vela, con la mecha a punto de apagarse; con ese hilo de humo que indica que dentro de muy poco ya no existirá llama, que de un momento a otro se desvanecerá la tenue luz que quedaba.
Como cuando sumerges todo tu cuerpo bajo la superficie del agua que llena la bañera; se te agota el aire, y por un momento, entre todo ese silencio, entre esos brazos que te envuelven el cuerpo, inexplixablemente sientes paz.
Coge un vaso, tíralo al suelo e intenta pegarlo. Quizás no sepas cómo encajar bien las piezas, quizás falten trocitos de cristal, quizás los trozos que tienes están muy afilados y chocan unos contra otros. A veces me siento como un vaso de cristal roto. Hay tantas cosas que no encajan, que enquistan el alma, que afilan y cortan; pero claro, qué clase de vaso que aún no lo han estallado contra el suelo en mil pedazos puede entender que ya no pegas ni con cola.
A veces pienso que sería mucho más fácil tirar el vaso.

A(Marte).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora