Querida sociedad:

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Tenemos en la palma de la mano el comportamiento del mundo.
Para modificarlo basta con bombardear a la población con imágenes.
La chica del anuncio de yogures rubia, alta y delgada, la morena de portada de la revista de bañadores, con los ojos claros y unos pechos prominentes; pero sin curvas. Los 90-60-90 de las pasarelas de lencería.
Una imagen basta para cambiar a una sociedad, sólo una secuencia del estereotipo deseado basta para que sea incluido en una generación.
Nos hacen ser como quieren que seamos; copias, maquetas.
La chica que posee sobrepeso dejará de comer o se meterá los dedos en la garganta hasta lograr vomitar, la delgada y alta puede que no vaya a la universidad porque está ahorrando para esa operación de senos en la cual arriesgará su vida para que los hombres se fijen en su corazón, por supuesto; pero qué culpa tienen ellos de que las tetas vayan delante.
La bajita con curvas se sentirá mal porque sus caderas son demasiado grandes, y los hombres (o mujeres) se perderán a la mujer perfecta porque en la mayoría de los casos, el mejor culo no lleva de la mano al mejor cerebro.
Pero la sociedad es así, y nosotros idiotas hemos acogido esas ideas en nuestra mente, las hemos arropado y dejado crecer, hasta tal punto de que haya una enfermedad mental/nutricional que distorsiona tu propia imagen en el espejo.
Pero, eh, viva nuestra sociedad.

A(Marte).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora