Después de tres horas en las que el aburrimiento no me abandonó en ningún momento y en las que, además, estuve fantaseando con que Tom volviera a hablarme -patético, lo sé-, al fin nos llaman para ir a cenar.
Al darme cuenta de quiénes son mis acompañantes en la mesa, una sonrisa ilumina mi cara, y es que los nombre de mis primas queridas están escritos justo debajo del mío y del de mi madre. Al lado de nuestra mesa se encuentra la mesa de los novios, y en el otro extremo, la de mi primo y sus amigos, entre los que se incluye mi héroe de las aceitunas.
A las nueve, justo cuando termina la cena y puede que con unas pocas copas de más, se que ha llegado el momento de animar esta fiesta por fin, así que decido despojarme de la poca vergüenza que no ha sido eliminada ya con el champán y me subo al escenario. Al principio nadie se da cuenta de que estoy allá arriba, excepto mi madre, que me mira entre una cara de sorpresa y diversión, así que doy unos golpecitos en el micrófono provocando un horrible sonido y, al fin, obtengo la atención de todos los invitados.
-Emm... hola, buenas noches- mucho me estaba durando la valentía- Bueno, antes de nada dar la enhorabuena a mis tíos y darles las gracias por todo lo que han hecho por mi durante mis 18 años de vida. Gracias.- digo mirándoles a los ojos. Y en el momento en el que me dispongo a recorrer la estancia con la vista, mis ojos se traban con unos marrón oscuro que me traspasan y que de repente me hacen sentir vulnerable. Y, aunque por un momento pierdo el hilo completamente, en seguida me recompongo y continúo diciendo- Ustedes dos, chicos, me habéis dado todo lo que una chica podría desear. Sin ánimo de ofender mamá, tú también lo has hecho bien, pero ya sabes, es su día. - digo en tono de broma y risas se oyen de fondo, pero yo sólo oigo la suya- Y como me habéis dado tanto, yo os lo quiero devolver animando un poco esta fiesta. Porque vamos chicos, ya hemos cenado y yo todavía no he visto al típico cuñado borracho bailando con la corbata en la cabeza. -Risas. Su risa.- Ni a las abuelas bailando descalzas como si les fuera la vida en ello. - Ojos alegres. Ojos marrones alegres.- Es por eso que ahora mismo quiero que todo el mundo alce la copa, brinde por mis tíos y que disfruten de esta noche como nunca, porque estas dos personitas se lo merecen. ¡Que vivan los novios!- Un ensordecedor viva suena mientras las copas se alzan y el champán desaparece de todas ellas en apenas dos segundos. Luego suena la musica y la fiesta se desata.
Las horas pasan mientras todo el mundo baila, habla y ríe, todo a la vez. Estoy bailando al ritmo de Neon Lights cuando mi tía se me acerca.
-¡______! Muchísimas gracias por el discurso, de verdad. Me ha gustado mucho.
-No hay de que, anda. -digo mientras le doy un fuerte abrazo- Por cierto, ¿sigue en pie nuestro plan?
-Oooh, por supuesto que si. Ve y dile al dj que ponga la canción mientras yo pido los micros- me dice con una mirada llena de felicidad.
Así que voy corriendo a decirle el plan al dj, y cuando vuelvo a la pista de baile, mi tía ya me está esperando con dos micrófonos en las manos. Nos ponemos en el centro creando un círculo a nuestro alrededor y, de repente, empieza a sonar American Idiot, una de nuestras canciones favoritas desde siempre, y empezamos a cantar y a bailar con una coreografía que inventamos hace muchos años.
Una vez acabada la actuación, una ola de aplausos llovió y el micrófono fue rulando por diferentes manos provocando la música y el baile no cesara hasta las 12 en punto de la noche, que fue cuando la voz de mi tía se oyó.
-Bueno, son las doce de la noche y como todo el mundo sabe, es la hora mágica. La hora donde dejamos lo malo que nos ha pasado a lo largo del día, y empezamos uno nuevo. Con nuevas ilusiones. Con nuevos sueños. Y hoy, a las doce de la noche, estoy empezando algo nuevo. Hoy, a las doce de la noche, estoy cumpliendo un sueño. Un sueño que espero que no acabe jamás. Porque te quiero, te quiero y te quiero. Y te querré por cien años más.
Y en ese momento empieza a sonar A Thousand Years, la gente empieza a aplaudir, mis tíos empiezan a bailar y yo, yo dejo salir a mi parte sensiblona, y con ella, a un par de lágrimas.
Cuando se permite que el resto de invitados se una al baile, una mano toca mi hombro y una figura se pone a mi lado.
-Precioso, ¿verdad? -dice Tom con una mirada dulce.
-Sí. Hacen una pareja perfecta, me alegro muchísimo por ellos.
-Si... -Silencio. Intriga. Nervios.- ¿Quieres bailar? -Pregunta. Y yo lo único que puedo hacer es mirarlo, sonreír, asentir y decir por supuesto.
Me coge de la mano, me lleva al centro de la pista, coloca sus manos en mis caderas y yo las mías en su cuello, y bailamos. No hablamos, solo bailamos sin despegar los ojos de los del otro ni un segundo.
Y cuando la canción acaba, cualquiera pensaría que el momento íntimo se rompería, pero no, él sigue ahí, con sus manos envolviendo mi cintura y desprendiendo un olor maravilloso, como si acabara de salir de la ducha, y magia, mucha magia.
-¿Quieres venir a tomar una copa? -pregunta. Y yo vuelvo a sonreír, asentir y a decir por supuesto. -Pues ven, vamos.- y me coge de la mano y me guía entre la gente.
Y entonces me acuerdo, no sé porqué, de la frase "si me dices ven, lo dejo todo. Pero dime ven" y recuerdo lo ridícula que era la primera vez que la leí. Pero en ese momento, en ese justo momento, sé que si él me dijera ven, yo lo dejaría todo sin pensármelo ni un segundo.
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I'M BACK JAJAJ
sorry por tardas siglos es que estado demaciado ocupada osea la Preparatoria y problemas blabla XD
Pero bueno espero que le guste y voy ver si puedo subir un cap mañana^^