Capítulo 13: Todos son iguales

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Alice estaba frente a Armand, dudando si aquello no sería una trampa.

La joven vaciló pero decidió finalmente confiar en él. Mientras se dirigían a la bodega, Alice no dejaba de preguntarse muchas cosas. El hombre la miró de reojo y sonrió levemente.

- ¿Sucede algo?- preguntó Alice, mientras sutilmente iba poniéndose en guardia.

- Disculpe- dijo Armand -Pero nunca creí que Hanz llegaría a tener una amiga como usted.

- ¿Por qué lo dice?

- Lo conozco desde que era pequeño- respondió -Y casi siempre causaba un impacto negativo en quienes lo miraban, aún si era a través de esa jaula en donde lo teníamos. En una ocasión una niña empezó a llorar histérica cuando él se acercó a mirarla con curiosidad, pero era por un globo amarillo que traía con ella.

- ¿A qué viene todo esto?

- Bueno, es solo que usted habla de él con mucha naturalidad, como si fuera una persona común y corriente. Nosotros solíamos llamarlo "bestia" o "fenómeno" por su aspecto... Ahora sé que eso es muy desagradable, pero en aquel entonces yo no lo veía así- sonrió aunque apenado de admitirlo.

Pronto llegaron a la bodega en donde Armand quitó el candado y abrió la puerta. Hanz, un poco aturdido aún, estaba en una esquina y mostró señales de desconcierto al ver que alguien entraba por la puerta. Alice lo miró asustada y corrió hacia él.

- ¡Hanz!- dijo al momento de hincarse a su lado pero sin tocarlo -Hanz, ¿estás bien?

- ¿A... Alice?- preguntó entreabriendo los ojos.

- Mírate nada más- dijo mientras le tocaba el antebrazo -Tenemos que salir de aquí.

- ¿Cómo... como supiste donde...?

- Creí que habías venido a matar a Niko- respondió ella.

- ¿Pero cómo sabías donde...?

- Rápido- interrumpió Armand -Si no te sacamos pronto de aquí no lo haremos nunca.

Momentos después, ya afuera, Armand y Alice llevaban sobre sus hombros al aturdido león rumbo hacia donde se encontraba el taxi cuando de pronto un fuerte disparo los hizo detenerse.

El hombre volteó espantado y vio a Niko con una escopeta en las manos que acababa de ser disparada.

- ¡¿A dónde piensan que van?!- gritó para volver a apuntarles.

- ¡Papá!- gritó el hombre - ¡Esto tiene que acabar!

- ¿Te das cuenta que estas dejando ir nuestro bono de jubilación?- gritó Niko, rabioso.

- ¿Solamente eso te importa?- preguntó Armand sin querer creer lo que estaba escuchando, su padre era demasiado ambicioso para entender la gravedad de lo que estaba sucediendo. Volteó hacia Alice quien difícilmente aún sostenía al joven león sobre su hombro - ¡Corran!- gritó.

La joven obedeció y se dispuso a ayudar a Hanz hasta llegar al automóvil que los esperaba a corta distancia. Mauricio, quien había salido espantado del taxi al escuchar aquel disparo, se asustó al ver lo que estaba pasando.

- ¡Ayúdame!- gritó Alice al verlo de pie fuera del vehículo.

El joven conductor corrió para obedecerla pero se detuvo en seco al percatarse del rostro de aquel sujeto semi inconsciente que la joven sostenía sobre sus hombros difícilmente.

- ¡No va a lastimarte!- gritó Alice sintiendo que Hanz se le resbalaba -¡Te lo prometo!

Entretanto, Armand había corrido rumbo hacia su padre con la intención de arrebatarle la escopeta, ahora ambos estaban forcejeando en el porche de aquella casa.

Un Momento En El TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora