El inicio. 5

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Creo que la presidenta no había terminado de llegar a su oficina, cuando ya había bajado la señora María a preguntarme si tuve algún inconveniente.


-Sophia, tuviste algún problema con la señorita Alejandra? - mientras me veía con cara de susto que yo no entendía.


- me habla como si me hubiese encontrado con el mismo diablo. Tranquila señora María, ella entendió que era nueva. Fue amable. Es que acaso ella no lo es?


- bueno si, la señorita Alejandra es muy amable, pero igual genera cierto temor, es algo extraña.


- en eso si estoy de acuerdo con usted. me pareció un poco extraña. Pero es muy joven y también muy bonita. No me hubiese imaginado que ella era la presidenta.


- muy hermosa. Pero no deja de ser una mujer muy extraña. Te informo, ya que no la conoces. Me informaron que el ascensor privado de la jefa estará dañado. Así que empezará a usar este mientras lo reparan. Todos acá sabemos que la señorita Alejandra tiene sus manías, y una de ellas es que no comparte ascensor, así que lo hago de tu conocimiento.


- vaya, ya sé entonces. Definitivamente tiene sus cosas la jefa.



La tarde en la oficina pasó con total normalidad, hasta que llegó la hora de salida. Sophía solo siguió con la mirada a la hermosa mujer cuando al salir del ascensor y sin mirarla se despidió de ella con. "Hasta mañana"



...



-Es extraño tenerte acá un lunes por la noche. Que ha pasado Alejandra? - mientras servía un vaso de whisky con hielo y un vaso con agua gasificada. Mientras esperaba una respuesta ponía el vaso delante de la que era su ahijada y paciente.


-gracias. - tomó un sorbo de agua y siguió viendo a los peces - sabes que nunca me ha gustado tu pecera? Siento que no combina con nada acá. Deberías considerar contratar un decorador.


-me llamaste hoy pidiendo que nos viéramos con urgencia para hablar de cómo está decorado mi consultorio?, esto es nuevo - tomando un sorbo del whisky.


- hoy no seguí una de mis normas. - viendo las burbujas del agua gasificada explotar. - empezó alguien en el consorcio, tuve que usar el ascensor común, así que pasé por la recepción. La vi por más del tiempo que me permito.


- sabes que tus reglas te permiten tener autocontrol. Ahora dime, porqué la viste? Cuál fue la razón que te hizo verla?


- primero me llamó la atención la voz, luego pude comprobar que su voz iba de acuerdo con su físico. Es hermosa.


- entiendo. Escúchame Alejandra, siempre te he dicho que tu condición psiquiátrica no te impide llevar una vida normal. Obviamente tus parámetros de moralidad no son los mismos que el de una persona que no sea psicópata. Tu careces de miedo, no sientes empatía hacia el dolor ajeno pero eso no te impide conectar con otras personas. Para ejemplo está la relación que tuviste con tu papá, con tu madre y tu hermano. Ellos te importaron, no de la misma forma que puede percibir el amor una persona que no padezca el trastorno. Pero te importan.


-no quiero conectar con nadie. No me interesa. Simplemente no quiero que me vuelva a pasar eso. Perder el control sería un error muy grave y aunque no tengo miedo, tengo muy presente siempre las consecuencias de mis actos.


- y eso está bien. Sabes?, hay veces que quiero creer que sí temes, que hay cosas que te dan miedo, eso echaría un poco para atrás el diagnóstico que te acompaña desde niña.


Alejandra empezó a reír mientras se hacía un masaje en la sien.


-usted creyendo en los milagros, Fuentes? Esto sí sería una sorpresa. Pero le recuerdo que hay estudios que indican todo lo contrario.


- y entonces, que haces acá preocupada porque viste a una empleada por más del tiempo que te permites? Si te gustó, llévatela a la cama, cómo siempre lo haces con la mujeres que te atraen físicamente.


- siempre tiene una respuesta para todo. Me encanta que seas mi doctor - poniéndose de pie y caminando hacia la ventana del consultorio que daba a la avenida.


- ya lo ves. Sabes que ustedes...


Alejandra interrumpió a su padrino con la mano y la mirada.


-no hables de mí en plural. No pertenezco a un club de enfermos mentales.


- una característica del club al que perteneces - mientras esbozaba una media sonrisa y hacía el ademán de brindar con su vaso de whisky.- se creen únicos, egocéntricos todos. Así que te recuerdo que tú enfermedad no es tuya nada mas. En mujeres el porcentaje es menor, pero son muchas las personas que vemos llevando una vida común y tienen trastorno antisocial de personalidad. Son carismáticos y mienten con una facilidad increíble. No todos son criminales o asesinos seriales como cree el ciudadano común.


-no necesito que me repitas el discurso que vengo escuchando desde niña, primero de mi padre y luego de ti. Vine hoy para encontrar respuestas y para encontrar un poco de calma. Ya lo he logrado, me voy. (Mientras tomaba su cartera y empezaba a caminar hacia la puerta)


- y cuál es la respuesta que según tu encontraste?


- la nueva me gustó físicamente, me la follo y ya. Hasta el viernes, padrino.


- hasta el viernes Alejandra, y siempre ten presente que tus accionistas tienen consecuencias. (Mientras veía a su ahijada salir del consultorio y escucharla que empezaba a bajar las escaleras)






Sin Sentimientos. Mi Gran SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora