Capítulo 11

34 2 0
                                    

Salude, pero nadie me hizo caso. Era como si no me vieran ni me oyeran, pero yo sabía que si que lo hacían.
Después entro una tercera persona, la señora del jersey amarillo. Ella también saludo pero solo yo le devolví ese saludo. Cuando lo hice, me miraron como si hubiese saludado a un perro verde montando en bici, o como si hubiese saludado al aire que respirábamos.
Ahí fue cuando me di cuenta de que había algo que no encajaba. Y no me refiero a que algo no encajara con ella ni con León me refiero a que algo no encajaba conmigo.

En la tienda vi un libro que explicaba historias de eventos paranormales basadas en hechos reales, lo compre y me fui.

Cuando volví a casa me encontré una nota de mi padre, decía que estaba comprando el pan, pero llevaba ya una hora fuera, así que decidí llamarle. No contestó. Quince minutos y siete llamadas después le deje un mensaje en el contestador automático.

Un Niño NormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora