Capítulo 2: No soy una niña.

58 1 0
                                    

TERESA

Estoy temblando.

Fuera de broma...

Estoy temblando.

Flashback

Llevo aproximadamente 5 minutos mirando el reloj de la pared del salón y lo único que puedo pensar es que cuando suene el timbre y salga por esa puerta aquel tipo estará afuera acosándome. Juro que jamás había temblado tanto, ni siquiera en los informes orales y los que me conocen saben que eso es extremo.

Tengo un plan.

Llamaré a Erick, el vendrá por mí al salón, yo me aferraré a él como sanguijuela y luego me dará un aventón hasta mi casa, llego sana y salva.

Piece of cake.

Fin de Flashback

Sike

Erick ha quedado con la chica que le gusta para una cita y yo jamás les arruinaría eso.

Zay tiene que ir a la casa de sus abuelos porque su madre está allá cuidando de la abuela.

¿Y yo?

Bien gracias, aquí frente al mercado hace unos minutos con un terror horrible.

Me está mirando.

No sé qué diablos hacer.

Al salir de la preparatoria no me quedó más que irme caminando a casa y en el camino me detuve gracias a que sentí una mirada sobre mí que me comenzaba a incomodar y cuando me volteo, ahogo un grito.

¿Qué se supone que haces cuando hay un tipo frente a ti, todo de negro, -totalmente sexy pero tenebroso- girado hacia ti acosadoramente sin poder ver su rostro?

¿Qué es esto? ¿Una película de terror?

- Diosito apiádate de mi.

Estoy cerrando mi chaqueta incómodamente y lo veo acercarse a mí con pasos serguros y determinados. ¿Qué hago? ¿Correr? Claro, con eso de que la última vez que corrí tuvieron que llamar a los paramédicos no creo que sea una buena opción.

Lo primero que noto es que está sonriendo. Puedo ver su sonrisa en la sombra que queda en el pequeño espacio que revela la mitad inferior de su cara. No era malvada ni se veía falsa... Si no de triunfo o más bien alegría.

Linda sonrisa...

Concéntrate, Teresa, estabas apunto de huir.

Cierto.

Sacudo la cabeza alejando esos pensamientos y como si el no estuviera caminando hacia mí sigo caminando con un poco de prisa. Mientras voy a paso rápido le echo vistazos de vez en cuando pero cada vez esta más cerca en vez de mas lejos. Mi corazón me comienza a latir con fuerza, ya casi lo puedo sentir querer salir de mi pecho.

Entonces pasa.

Sube su mano y quita su gorro dejando a la vista su rostro y... ¿Cabello blanco?

No me muevo.

No puedo, quiero huir pero a la vez quiero quedarme admirándolo. Es jodidamente hermoso, y lo digo en serio, creo que lo de secuestrarme y violarme ya no suena tan mal. Nunca pensé que los chicos con cabello suficiente para hacerse una coleta me gustarían pero coño que por más raro que se vea con el cabello largo y blanco juro que se me hace precioso...

Trago en seco cuando se acerca más donde estoy yo y puedo ver sus ojos con claridad.

Quedo atónita.

Diana Teresa [Actualizando ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora