Una de las principales razones por las cuales viajé a Corea fue para poder visitar los edificios de las Empresas de Entretenimiento, así que antes de salir del apartamento me armé con un bolso, mi celular con la batería al 100%, las zapatillas más cómodas que llevé al viaje y dinero por si me daba hambre o sed, sé que va a ser un día largo, pero lleno de conocimiento... a quien quiero engañar, ojalá pueda ver a algún idol.
Con un té frío en una mano y el celular en la otra, logre visitar los edificios de SM, JYP y YG, sin embargo, aún me faltaba el que más me interesaba, Big Hit, si así es, soy una ARMY de corazón.
La verdad caminé, y caminé y en serio pensé que ya estaba cerca, pero la realidad de mí vida durante este viaje era siempre la misma, estaba perdida, así que cuando fui a revisar mi celular nuevamente para saber donde estaba choque con alguien.
- l-lo lamento – dije mientras recogía mi celular del piso y daba ligeras reverencias aún con la cabeza agachada, sin embargo, no recibí palabra de alguna.
- de verdad lamento haber chocado contigo, pero veras, ando un poco perd... – dije al tiempo en que levantaba la cabeza para poder ver con quien había tropezado, un muchacho no muy alto pero vestido todo de negro, con tapabocas y gorra y además me encontraba contándole la historia de mi vida. En el momento en que logré ver sus ojos gatunos cerré la boca al instante.
- y-yo... – fue todo lo que logré decir después de reconocerlo, sin embargo, él ni se inmutó en responder algo, así que solo le di otra reverencia y me alejé con el celular en la mano y la profunda tristeza de mi té regado en el suelo.
Seguí mi camino y después de 20 minutos me di cuenta que de verdad estaba en el limbo de Seúl, así que tomé mi celular y al momento de intentar desbloquear la pantalla me di cuenta que no era el mío, me quede en shock creo que unos 5 segundos de pie en medio de la calle, pensé que hacer y cuando iba a marcar mi número por llamada de emergencia, entró otra llamada, en ese instante reconocí mi número así que contesté sin pensarlo.
- ¿aló? – respondí un poco nerviosa y esperé a que me hablaran.
- tienes mi celular – fue todo lo que me dijeron del otro lado de la línea, pero reconocería esa voz donde fuera.
- de verdad lo lamento, pero creo que me equivoqué cuando recogí el celular, es que tenemos el mismo forro – le respondí demasiado rápido seguido de una risa incómoda.
- sí, así que te pediría el favor de que volvieras al edificio y me entregaras mi teléfono – aunque sonó un poco fuerte, el tono en que lo dijo fue amable y calmado.
- créeme que lo haría con gusto, pero estoy perdida y no sé cómo volver, quizás si me das la clave del celu... -
- ¡no! – exclamó y pegue un pequeño salto del susto por aquel grito, - voy a utilizar la aplicación de ubicación y llego donde estás, no te vayas a mover de ahí – fue lo último que me dijo antes de colgar la llamada.
- vaya, ni siquiera me dejó hablar – resople luego de sentarme en el andén a esperar a que llegara por mí, bueno, por su celular.
Después de 20 minutos, logré ver la figura de aquel rapero que se acercaba, así que me puse de pie y en el momento en que le iba a dar las gracias, él solo estiro la mano hacia mí para que le entregara su celular, después de intercambiar los aparatos se dio la vuelta, sin embargo, antes de que empezara a caminar hablé.
- oye, sé que va a sonar raro, pero ¿podría devolverme contigo?, estoy perdida y por lo visto mi celular está que muere – él solo me miro e hizo una pequeña afirmación con la cabeza, así que lo seguí mientras caminábamos de vuelta a el edificio.
Al llegar, él me volteo a ver antes de inclinar la cabeza como despedida, sin embargo, logre hablarle.
- muchas gracias, de verdad fue un honor caminar al lado de Min Yoongi – y vi como abrió un poco los ojos, creo que lo sorprendí un poco y aproveché para terminar de decir, - si deseas tener compañía para una caminata silenciosa ya tienes mi número en tu registro de llamadas – dicho eso le doy una reverencia de cuerpo completo y giro mi cuerpo para seguir mi camino y volver al apartamento de Joo, ya que estaba anocheciendo.
Yoongi después de aceptar mi despedida se quedó viendo cómo me aleje y cuando me perdió de vista desbloqueo su celular y miro el registro de llamadas, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios y terminó por ingresar en el edificio.
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