la parte 9 de la mejor historia del mundo

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Los siguientes días no habíamos visto a Harry. Cuando íbamos a su casa Petunia nos cerraba la puerta en la cara mientras escuchábamos la risa de Dudley y Vernon que venía de la sala de estar.

-¿Qué le sucede a esta gente? Lo queremos ver al menos 5 minutos, no secuestrarlo- Edy amagó con golpear la puerta de entrada de la casa, pero se detuvo y soltó un largo y pesado suspiro.

-Esperemos.- Hablé arrastrando cada letra, cada día se hacía más agotador, esperando en la vereda de enfrente para que no suceda nada. El rubio hizo un mini berrinche mientras cruzaba la calle, nos sentamos en el mismo pedazo de pasto de los últimos días.

-Y... ¿Jugamos al veo veo?- Sonreí cansada y asentí. Sin mentir o exagerar, podría apostar mi juicio a que jugamos al veo veo por al menos dos horas y media.

-Creo que...- Dije mientras me levantaba y estiraba hasta que sonó mi espalda- ¡Dios! Voy a dar una vuelta, tengo que despertar mis piernas- Miré la casa de los Dursley, se veía pacífica.

-Te acompaño, no te voy a dejar sola- Le tendí mi mano para que se levante, la tomó con confianza y partimos hacia ningún lugar- Además, tengo las piernas entumecidas- Sonrió de lado mientras miraba el suelo para no tropezar, por mi parte simplemente miraba el horizonte.

-Pronto será de noche, demos una vuelta corta y volvamos- Él asintió, fuimos a por unos helados, en el camino de regreso fuimos comiéndolos, al doblar en la esquina de los Dursley vimos una imagen tranquila de las casas, ya era de noche. Cuando nos sentamos en el pedazo de pasto miré el cielo, estaba despejado y una suave brisa cálida nos rodeaba, apoyamos espalda con espalda y tanto Edy como yo nos quedamos dormidos al instante.

*GRITOS*

Un muy fuerte grito nos hizo despertar, Edy tenía lágrimas en sus ojos y corriendo por sus mejillas, cuando las limpie sentí su rostro frio, en ese momento advertí que la temperatura había bajado lo suficiente para que se note la diferencia de sensaciones en la cara de mi amigo, las mejillas heladas como el asfalto y coloradas recordándome a un par de fresas, el pecho le subía y bajaba muy bruscamente.

-¡¿Qué fue eso?!- Fue lo primero que dijo- ¿Estas bien?- Preguntó tomando mis brazos y dándolos vuelta, luego tomo mi cara y comenzó a moverla buscando alguna herida.

-Estoy bien- Dije suavemente y aparte con delicadeza sus manos, él suspiró y miro la casa en la que creíamos que Harry podría estar encerrado.- T... Tú... Tú... T...-No podíamos creer lo que veíamos, Edy no podía terminar la oración, pero sabía a lo que él se refería.

-Si- Le corté- Yo también lo estoy viendo.

Un amor en varios sentidos | PAUSADA uwuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora