Capitulo 5

2.9K 173 24
                                    

Maraton 4/5

La semana había pasado más rápido de lo esperado, pues de pronto el dia sabado llego

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La semana había pasado más rápido de lo esperado, pues de pronto el dia sabado llego. Toda la semana estuvo bastante tranquila, Lori por fin se ha dado tiempo de conocer más a fondo a Charlotte y se podría decir que por fin empieza a aceptarla, Judith es un hecho que la adora y por mi parte, bueno, me agrada también.

Si claro, solo eso.

Y aun cuando se supone que son vacaciones de verano, el único que parece tener trabajo soy yo, al menos por una semana más. Y dado que hoy es sábado, tengo el dia libre.

Me siento en el sofá, tomando el control de la TV para luego encender esta, cambio algunos canales hasta dar con el de deportes, justo en el canal de noticias, ya que recién son las ocho a.m. Me enfoco de más en dicho programa, hasta que escuchó los pasos de alguien acercarse. Al ver hacia la escalera, veo a Judith usando unos jeans junto con la camisa que Lori le compro hace días, y justo detrás, mi esposa aparece también.

- ¿Te irás desde temprano? - le cuestiono, poniéndome de pie y andando hacia ellas.

- Si, mamá necesita ayuda con algunas cosas que donará - responde Lori, tomando su bolso - Volveremos un poco más tarde.

- ¿Carl no irá contigo? - le cuestiono - Hace tiempo que no ve a su abuela.

- Charlotte dijo que salió a correr - dice Lori - No quiere perder la condición según dice.

Asiento con la cabeza, elevando mis cejas con impresión. ¿Eso significa que Charlotte y yo estaremos solos? Que suerte la mia, carajo.

- De acuerdo.

Le respondo, para luego acompañarlas hacia la puerta, la cual les abro.

- Portate bien, cielo - le digo a mi hija, tomándola en brazos para besar su mejilla.

- Si, papi.

Al bajarla ella corre hacia la cochera donde esta el auto de Lori, a quien besó cariñosamente, para luego sonreírle al igual que ella lo hace conmigo. Mi esposa camina hacia su auto, subiendo primero a nuestra hija para luego rodear este y subir con ella. Me despido con la mano una vez que el auto se enciende y comienza a andar hasta que lo pierdo de vista en la esquina. Cada sábado es así, Lori va donde su madre a quien jamás le agrade, por lo que prefiero quedarme en casa y descansar.

Al cerrar la puerta, voy a la planta de arriba, directamente al cuarto de Carl para preguntarle a Charlotte si quiere desayunar. Abro la puerta lentamente, viendo que ella se encuentra plácidamente dormida, por lo que prefiero cerrarla otra vez. He de admitir que es un alivio que siga dormida, pues después de aquella cercanía en mi auto tenerla cerca se siente tan raro.

Es extraño por que no quiero que se aparte, lo cual me hace sentir un terrible remordimiento por que se trata de la novia de mi hijo, y al mismo tiempo se que estare fallandole a mi esposa. Pero, no lo se, es algo que no puedo evitar. Es como si mi cuerpo se manejara solo cuando ella está cerca.

Dios, estoy enfermo.

Bajo de nuevo a la cocina, colocando un pan en la tostadora para luego encender la cafetera. No pasa mucho cuando el pan está tostado y le untó algo de mermelada. Una vez que mi sencillo desayuno está listo, vuelvo al sofá a seguir viendo la TV. Y así se pasa mi mañana hasta que dan las 9:30, por lo que lavo los trastos que he usado y vuelvo a subir a la planta alta.

Pero esta vez voy hacia el baño y comienzo a despojarme de mis prendas para tomar una ducha. Una vez que el agua está a una temperatura agradable, entro a esta. No suelo tardar demasiado cuando tengo que ducharme por lo que terminó rápidamente. Al salir enredó una toalla en mi cintura y salgo del baño que justo está en mi habitación. De la cómoda tomo mi ropa, sin embargo una vez que mis jeans están puestos, noto que no hay playeras limpias, ya que deben seguir en la secadora. y aprovechando que voy hacia allá, decido tomar la canasta de ropa sucia y salir de la habitación.

Al estar en el pasillo, noto el vapor que sale del segundo baño del corredor, y unas huellas hechas de agua que van hacia la habitación de Carl. Me acerco lo suficiente para notar que la puerta está entreabierta, y algo dentro de mi se retuerce al ver el interior.

Charlotte se encuentra dándole la espalda a la puerta, vistiendo solo su ropa interior. Sus bragas son lo suficiente delgadas y transparentes para no dejar nada a la imaginación y el sostén de encaje se ve condenadamente bien. Ella posa uno de sus pies sobre una silla, mientras unta algo de crema en su mano para luego comenzar a esparcirla por su piel. Lo hace tan suavemente como si de mantequilla se tratara haciendo así que su piel reluzca gracias a la luz del sol. Masajea sus muslos de una manera tan sensual que hace que mi estómago se contraiga así mismo.

Quiero irme, quiero irme, en serio lo quiero, pero al mismo tiempo no, quiero quedarme y seguir disfrutando de esta increible vista. La sangre de mi cuerpo comienza a bombear con fuerza, viajando directamente hacia mi entrepierna. Siento mi miembro ponerse duro, mientras mi mente me lleva a sucios momentos con todas las cosas que le haría este mismo momento.

- ¿Papá? - el grito de Carl me saca de aquel transe, al mismo tiempo que llama la atención de la rubia.

Ella gira a verme, totalmente sonrojada, pero ni siquiera se toma la molestia de cubrirse. Su mirada va hacia mi entrepierna donde aquel traidor se asoma, delatandome. Charlotte muerde su labio inferior unos pocos segundos mientras suelta lo que parece ser un leve jadeo, lo que logra empeorar la situación. Veo sus pechos subir y bajar de manera constante, y al ver que quiera decir algo, doy la vuelta y bajó las escaleras.

- ¿Que pasa hijo? - cuestiono con la voz ronca, usando la canasta en mis manos para cubrir mi erección.

- Nada, solo pensé que te habías ido con mamá - dice mi hijo, limpiando el sudor de su frente - ¿Charlotte está despierta?

- No lo se, no la he visto hoy - miento descaradamente - Iré a lavar esto.

- Deja lo hago yo, tengo que lavar esta ropa.

Carl se acerca con intenciones de tomar la canasta, pero me aferro a ella con fuerza, cubriendo mi vergüenza.

- La dejaré en la lavadora entonces, después metes tu ropa.

Sin dejar que responda, doy la vuelta caminando lo más normal que puedo hacia la lavandería, donde dejó salir el aire de mis pulmones de forma acelerada. La erección va bajando poco a poco, lo cual me alivia un poco.

El problema será ver a Charlotte a los ojos, otra vez.









Carl es la amiga que no se da cuenta we, que sad JAJAJAJAJA

When they don't see || Rick GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora