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NARRADOR.

Maugrim y el resto de los lobos no perdieron el tiempo y se dirigieron a la presa para buscar a los otros humanos.

El Sr. Castor y los chicos ya estaban de vuelta en la casa de los castores.

Sr. Castor: ¡Corre, mi amor! ¡Ya vienen! -le dijo a la Sra. Castor.

Sra. Castor: Ay, no tardo -y se puso a recorrer la casa en busca de algo.

Peter: ¿Qué está haciendo?

Sra. Castor: Ya me lo agradecerán, es un largo viaje y el Sr. Castor es muy gruñón cuando tiene hambre.

Comenzó a juntar comida para el viaje con ayuda de Susan y Astrid.

Los lobos ya habían llegado a la casa de los castores. Desde dentro se podían escuchar a los lobos preparándose para atacar. Comenzaron a destruir la casa pero, por suerte, los chicos junto con los castores habían huido por un túnel secreto en la casa. Aunque, para su mala suerte, los lobos no tardaron en encontrarlo.

Sr. Castor: Lo cavamos el tejón y yo. La salida está cerca de su casa.

Lucy: Están en el túnel -susurró.

El sonido de las patas y las narices olfateando resonaba por el túnel. Aceleraron el paso por el túnel. Llegaron hasta una pared, parecía que no había salida.

Sra. Castor: Debiste traer un mapa.

Sr. Castor: No cupo con tanta comida. 

Escalaron la pared y encontraron la salida. Se encontraban a las afuera de la casa del tejón. Lucy tropezó con algo y gritó. Cuando la miraron se dieron cuenta de que había tropezado con unos animales de piedra. Puedo asegurarles que esos no son estatuas.

El Sr. Castor se acercó al tejón que también estaba hecho piedra.

Sra. Castor: Como lo siento, querido.

Sr. Castor: Era mi mejor amigo. 

Peter: ¿Qué es lo que paso aquí?

Zorro: Es lo que pasa con los que hacen enojar a la Reina.

Un zorro apareció de la nada. Peter de inmediato puso detrás suyo a las chicas a modo de protección.

Sr. Castor: ¡Si das un paso más, traidor, te haré trizas con mis dientes!

Zorro: Tranquilo, soy uno de los buenos.

Sr. Castor: Pues estás tan feo que pareces uno de los malos.

Zorro: Un desafortunado parecido de familia. Luego hablamos de especies. Ahora tienen que escapar.

Los lobos se escuchaban cada vez más cerca.

Astrid: ¿Qué tienes en mente?

Zorro: Suban a ese árbol y no hagan ruido. Yo los distraeré.

Los chicos y los castores subieron al árbol y desde ahí observaban.

Cuando los lobos llegaron solo encontraron al zorro y lo rodearon.

Zorro: Saludos señores, ¿se les perdió algo?

Maugrim: No juegues conmigo. Yo sé donde está tu lealtad. Buscamos humanos.

Zorro: ¿Humanos? ¿Aquí en Narnia? Vaya esa información es muy valiosa, ¿no creen?

Uno de los lobos de Maugrim se abalanzó contra el zorro y lo tomó entre sus dientes. El zorro chilló y Lucy casi grita de no ser porque Peter tapo su boca.

Maugrim: Tu recompensa es tu vida. Aunque no es gran cosa. ¿Dónde están los fugitivos?

Zorro: Al norte. Huyeron al norte.

El lobo lanzó al zorro y se fueron. Los chicos esperaron un poco antes de bajar del árbol. Astrid y Peter hicieron una fogata mientras la Sra. Castor curaba al zorro.

Astrid: ¿Sabes por qué la Bruja Blanca le hizo eso a esos pobres animales?

Zorro: Ayudaban a Tumnus. La Reina llegó antes que yo.

Lucy: ¿Te hicieron daño? -preguntó al escuchar al zorro quejarse mientras lo curaban.

Zorro: Bueno, desearía decir que ladran más de lo que muerden.

Sra. Castor: Ya basta, no te muevas. Eres peor que mi esposo cuando se baña.

Zorro: Gracias por su gentileza, pero no hay tiempo para curar mis heridas.

Astrid: ¿Te vas?

Zorro: Ha sido un placer, mi Reina, y un honor -dijo mirando a Astrid y haciendo una pequeña reverencia- pero el tiempo es corto y Aslan en persona me envío a reunir más tropas.

Sr. Castor: ¿Haz visto a Aslan?

Sra. Castor: ¿Y cómo es él?

Zorro: Como todo lo que habíamos escuchado. Estarán felices de poder luchar a su lado contra la Bruja -dijo mirando a los chicos.

Susan: No vamos a pelear contra la Bruja.

Zorro: Pero si el Rey Peter y la Reina Astrid. La profecía.

Sr. Castor: Son necesarios en esta guerra -le dijo a Peter.

Peter: Solo quiero que regrese mi hermano.

Astrid: No pelearé, odio las guerras y no lograrán hacerme cambiar de opinión.

Sra. Castor: Se que las guerras son terribles pero, ¿por qué las odias tanto?

Peter, Susan y Lucy miraron a los castores y negaron con la cabeza, pero ya era tarde.

Astrid: Perdí a mi padre en una -dijo poniéndose de pie- y me destrozaría perder a alguien más en el campo de batalla.

Sra. Castor: Yo, no debí. Lo siento.

Astrid: No podrían haberlo sabido.

Se fue y se sentó en un tronco algo cerca de donde estaban los demás. El zorro se retiró y Peter se sentó al lado de Astrid.

Peter: ¿Estás bien?

Astrid: No se si lo notaste, pero esa fue una pregunta muy estúpida.

Peter: Lo lamento -ambos soltaron una pequeña carcajada- ¿Quieres hablar?

Astrid: A todo lo que ya me atormentaba desde antes sumale el estar en un mundo mágico dentro de un armario, el que Ed no este y el hecho de que estamos en medio de una batalla de la que tal vez no podremos librarnos.

Peter se quedó callado un momento antes de volver a hablar.

Peter: ¿Sabes? Te admiro.

Astrid: ¿Por qué? -ambos se miraron.

Peter: Aunque tú no lo creas y no lo quieras admitir, eres muy fuerte. Llevas años viviendo con eso que, según se, cada día te atormenta más pero, nunca te rindes. Siempre sabes como seguir adelante y le sonríes a las malas situaciones. Eso es realmente admirable.

Astrid: No puedo llevarme todo el crédito. He vivido rodeada de gente que me ama y siempre me apoya. Estoy eternamente agradecida por eso.

Peter rodeo los hombros de Astrid y ella recargó su cabeza en el hombre de él.

Astrid: Tengo miedo Peter.

Peter: Ya verás que todo estará bien, y yo estaré a tu lado para protegerte. Siempre.

Astrid: ¿Lo prometes?

Peter: Lo prometo- dijo para después besar su cabeza.



Una Nueva Aventura (Peter & Astrid) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora