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NARRADOR.

Jadis: ¿Cuál es tu nombre, Hijo de Adán? -le preguntó a Edmund.

Edmund: Edmund -dijo poniéndose de pie.

Jadis: ¿Y cómo, Edmund, pudiste entrar a mis dominios?

Edmund: La verdad, no sé. Yo venía persiguiendo a mi hermana.

Jadis: ¿Hermana? ¿Son más de uno?

Edmund: Si, cinco. Lucy es la única que había estado aquí. Ella se hizo amiga de un fauno. Un tal Tumnus. Peter, Astrid y Susan no le creyeron.

Jadis: Edmund, te estás congelando. Sube conmigo.

Edmund la miró confundido, pero tenía tanto frío que no pudo negarse. Jadis subió al trineo y después Edmund, que se sentó a su lado. Jadis cubrió a Ed con la mitad de la gran capa que traía sobre ella. 

Jadis: Ahora, ¿quieres beber algo caliente?

Edmund: Si, me gustaría, Majestad.

Vertió sobre la nieve una gota de un líquido verde y algo espeso y apareció una gran copa con chocolate caliente. Ginarrbrik le tendió la copa a Ed y este la tomó.

Edmund: ¿Cómo hizo eso?

Jadis: Solo dime que deseas.

Edmund: ¿Me puede hacer crecer?

Jadis lo miró sonriente.

Jadis: ¿Hay algo que se te antoje?

Edmund: ¿Golosinas?

Jadis derramó otra gota de ese extraño líquido sobre la nieve y una canasta llena de golosinas apareció. Jadis le quitó la copa a Edmund y le dio la canasta. Este no tardó en comenzar a meterse golosinas a la boca.

Jadis: Edmund, ¿te importaría presentarme a toda tu familia?

Edmund: ¿Por qué? No tienen nada de especial.

Jadis: De seguro no son igual de encantadores que tú, claro. Yo nunca tuve hijos, y tú eres tan listo y tan apuesto, que quisiera, un día, nombrarte príncipe de Narnia. O, tal vez, rey.

Edmund: ¿En serio?

Jadis: Y trae a tu familia también. 

Edmund: Entonces, ¿Peter también sería rey?

Jadis: No, claro que no. Pero un rey necesita sirvientes.

Una gran sonrisa se formó en el rostro de Edmund. Se imaginó a él en un gran trono con una corona sobre su cabeza siendo servido por sus hermanos. Aunque no sabía si prefería a Astrid como sirvienta o como reina.

Edmund: Entonces está bien.

Jadis: Más allá de bosque -señaló- entre esas dos colinas, vas a encontrar mi palacio. Te vas a divertir mucho. Tiene habitaciones repletas de golosinas. 

Edmund: ¿No tiene un poco más ahora?

Jadis: ¡No! -Ed la miró y Jadis de inmediato sonrió- No quiero arruinar tu apetito. Además, se que muy pronto irás a visitarme, ¿no es así Edmund?

Edmund bajó del trineo.

Edmund: Eso espero. Adiós Majestad.

Jadis: Hasta entonces, querido. Voy a esperarte.

El trineo partió justo cuando Edmund escuchó una voz bastante familiar.

Lucy: ¿Edmund? Oh, Edmund, entraste también -dijo abrazando a su hermano- ¿No es maravilloso? -la apartó de él.

Una Nueva Aventura (Peter & Astrid) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora