0.05 -Una gran declaración

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—¿Mi... Amigo? —soltó dubitativo Jungkook.

Esa palabra le provocaba fuertes sensaciones a su pecho: entre incertidumbre, a una alegría que puede llegar a la euforia. Nunca le habían propuesto ser amigo de nadie, así que no sabía muy bien que responder. Por supuesto que quiere ser amigo de alguien, pero tampoco estaba muy seguro si debía confiar en el pequeño, teniendo en cuenta que hace escasos minutos, había atacado, indirectamente, la amistad entre Mochi y él.
Pero, tras soltar un suspiro, asintió con un leve movimiento de cabeza a la pregunta de Jimin.

—¿Qué puedo perder? —Estiró la mano hacia el rubio—. Podemos ser amigos.

Jimin, al escuchar la respuesta, no pudo evitar sonreír de oreja a oreja, agarrando frenéticamente la mano del mayor.

—¡Perfecto! —Y sin previo aviso, empezó a mover el brazo de Jungkook como si su vida dependiera de ello. —¡Amigos!

Jungkook, al ver al chico delante suya, se sintió acogido. Jimin tenía los mofletes sonrosados y, aunque estuviera muy alegre, también se podía notar su nerviosismo. Un acto que le pareció tierno al pelirrojo.
 

 

~*~
 

Desde aquel encuentro tan extraño y peculiar que tuvieron los dos chicos, su relación se había vuelto cada vez más estrecha. Y eso a Jungkook, aunque no lo demostrarse casi nunca, lo hacía muy feliz. Por primera vez en la vida, podía decir sin dudar, que tenía un amigo verdadero.

Por otra parte, Jimin se sentía afortunado por haber hecho un nuevo amigo. Se sentía realizado al ver la felicidad y un brillo lleno de vida en las orbes oscuras del mayor. Porque eso significaba que Jeongguk empezaba a tener más amor en su vida. Y se sentía aún mejor, al saber que uno de los motivos de su cambio, es gracias a él.

Mochi, el elefantito, poco a poco se empezó a sentir mucho mejor. Y aunque a veces no comía, ni hacía caso a Jungkook, siempre que veía venir a Jimin, él se levantaba en donde reposaba y asomaba la trompa a través de las vallas para saludarlo. A pesar de los celos de Jungkook al ver tal imagen, no podía evitar que se le escapase una sonrisa cada vez que Jimin venía y Mochi lo saludaba de una forma muy particular: aspirando parte de su cabello.

El miedo que presenciaba Jimin al ver los ojos del animal aún persistía, pero pudo notar, que cuando Jimin y Jungkook estaban juntos, ese pavor se iba y aparecía un brillo en sus pupilas. El menor aún no comprendía por qué pasaba eso, pero algún día lo iba a comprender.

Habían pasado dos semanas, y casi todos los días, Kookie y ChimChim quedaban en la jaula de Mochi para conocerse mejor, hablar de lo que había sucedido en el día y, por supuesto, dar mucho amor a su querido elefante; olvidando todas las preocupaciones que recorrían en la vida de ambos.

Aunque ellos no se dieran cuenta, un fuerte vínculo, más allá de la amistad, iba creciendo dentro de ellos. Una conexión fuerte y lleno de respeto entre ambos.

—¡Hola, hyung! —saludó alegremente el menor, mientras iba corriendo en dirección a Jungkook.

Kook al ver llegar a su nuevo amigo, no pudo evitar sonreír y saludar. En ese instante, se encontraba al lado de Mochi. Lo estaba limpiando y aseando, así que ahora mismo estaba prácticamente cubierto de un traje verde, que para Jimin, parecía ser muy gracioso.

—¿Qué llevas puesto? —rió, cuando llegó al lado del mayor, hinchando sus mofletes haciendo que sus ojos se volvieran una línea fija y adorable—. Tengo que poner una queja a tu estilista. O sea, ¡no estás a la moda!

Miedo al Amor » Kookmin [BTS] #1CWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora