0.08 -Un nuevo significado

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¡Mochi!

—¡Jungkook! —gritó Jimin al ver como su compañero salía corriendo del lugar antes de que él pudiera darse cuenta, sintiendo como su corazón subía hasta su garganta, ahogándolo y aturdiendo su mente.

Las palabras se quedaron trabadas, no podía articular ni una de ellas, viendo como todo pasaba lentamente ante sus ojos.

Jungkook, con lágrimas recorriendo su rostro, fue agitado a donde estaba su compañera, mirando desesperado a todos los lugares de la jaula de los elefantes para ver si encontraba a Mochi. No había ni rastro de él, y cada segundo que transcurría, la cabeza del pelirrojo daba más y más vueltas.

Realmente esto no podía estar pasando. La vida de nuevo le estaba tomando el pelo, esto debía ser una broma. Cuando pensaba que podía estar feliz, dejar de tener miedo a la vida, esta le recuerda una y otra vez que siempre estará.

Pero no iba a permitir que el miedo lo paralizara. Tenía que salvar a su amigo.

Kook, al ver que no venía nadie a apagar el fuego, no dudó ni un segundo más para meterse en el lugar, rociándose de estiércol y heces de elefante —una manera para que él no saliera ardiendo tan rápido— y fue en busca de su amigo, en busca de su Mochi.

Tenía que salvarlo, aunque eso implicara arriesgar su vida.

—¡Mochi! ¿¡Dónde estás!? —La respiración de Jeongguk se encontraba pesada y sentía como el calor y el humo le impedían respirar con normalidad.

Miraba a todos lados en busca de algún signo de vida, siendo en vano.

La adrenalina recorría sus venas y con un cubo de agua, apagó un minúsculo foco de fuego, teniendo la esperanza de encontrar ahí a su elefantito. Todos los demás elefantes se encontraban alterados, intentando huir de las llamas, rociándose algunos agua con su trompa, y otros intentando huir de las llamas, aunque no era posible. Lo peor de todo es que no había rastro de su pequeño amigo.

Por otra parte, Jimin estaba temblando. No pudo evitar quedarse paralizado en el sitio viendo como poco a poco, las llamas consumían todo el lugar. Sabía que Jungkook estaba adentro y lo único que podía hacer con la poca consciencia que le quedaba, era pedir a Dios —o quien fuera que estuviera ahí arriba—, ayuda. Suplicar que no le pasara nada, que todo saliera bien; pero cada minuto que pasaba y veía que Jungkook no salía de la casa de los elefantes, su esperanza disminuía.

Las lágrimas no tardaron en hacerse presentes en las mejillas del menor. Se puso de cunclillas en el lugar que anteriormente se encontraban Jungkook y él, y tapándose el rostro, empezó a sollozar. La gente estaba asustada, estaba preocupada, pero él estaba aterrado. Tenía mucho miedo, y por un momento dado sintió como su visita se nublara.

Una anciana que estaba allí, intentó calmar a Jiminie, pero era en vano, ya que su corazón, los recuerdos efímeros que pasaban por su mente junto a Jungkook, lo destrozaba cada vez más.
Estaba aterrado de perder a una persona tan única, estaba aterrado de pensar que él pudiera estar herido, estaba aterrado de sentir que Kookie cada vez se encontraba más lejano y él, era incapaz de hacer algo.

¿Quién podría alegrar los días de Jimin, si no era Jungkook? ¿Quién podría tranquilizar su corazón, cuándo siente que todo lo consume? ¿Quién podría darle una sonrisa tan brillante como la de Jeongguk?

Aquellos momentos que pasó con Kookie y con Mochi nada ni nadie podía reemplazarlos.

—Por favor... Hyung... Mochi...

"Mochi." Cuando ese nombre vino a la mente de Jimin, todo empezó a encajar poco a poco. Mochi tenía miedo, ¿acaso sabía que esto iba a pasar?
Tal vez tenía miedo porque era consciente que para el pelirrojo era muy importante y si le llegase a pasar algo, se derrumbaría. No quería que su dueño se sintiera solo. Por eso también, cuando veía a Jungkook y a Jimin juntos, ese miedo desaparecía.

Miedo al Amor » Kookmin [BTS] #1CWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora